También citado como Miguel Erce Jiménez. Escritor estudioso de los milagros del apóstol Santiago en el siglo XVII. Fue canónigo de las catedrales de León y Santiago, además de capellán del rey en Toledo.
Su publicación Prueba evidente de la predicación del Apóstol Santiago el Mayor en los reinos de España (1648) tiene como principal objetivo probar la presencia y predicación peninsular del Apóstol, apoyada por las Sagradas Escrituras y por las memorias de autores ilustres de diversos lugares. En la primera parte repasa las pruebas que ha encontrado para dar como auténtica la predicación. En la segunda, trata diversas cuestiones relacionadas con Santiago: las iglesias y capillas que le están consagradas en Roma y en la Iglesia española, la atribución de la autoría de la Epístola de las doce tribus, la figura de San Elpidio como discípulo de Santiago y otros aspectos hagiográficos y legendarios. Analiza treinta y ocho apariciones visibles de Santiago en otras tantas batallas, en las cuales dio auxilio a los españoles.
En el análisis que realiza Erce Jiménez del famoso milagro del peregrino salvado de la horca, que atribuye a Santiago Apóstol, dice que “está enterrado en la Villa de Santes, ó Santa [Francia], que dizen otros -llamada assi por las grandes reliquias, que ai en cila- junto á Vvesel, i Res en el Argobispada de Coinnia esta la sepultura junto a un pilar, i escrita sobre elia toda la historia escrita en lengua Latina. Dixomelo un Sacerdote Cavallero digno de todo credito, que la vio algunas vezes, siendo soldado en aquellas tierras”.
Miguel Erce atribuye el milagro a Santiago Apóstol y a tenor de unas pinturas italianas en las que aparecía llevándolo a cabo, así como también por la adjudicación del portento a este santo en algunos breviarios como el Vedastense.
Señalaba que los hechos se habían desarrollado en la ciudad de Santo Domingo de la Calzada y no en Toulouse, “como por error dizen algunos”. Sin embargo, la atribución le valió una enérgica refutación por parte de González de Tejada, para quien, sin lugar a dudas, los milagros fueron realizados por intercesión de Santo Domingo de la Calzada y no por Santiago el Mayor.
Miguel de Erce también traslada al territorio portugués la iconografía del no menos famoso milagro medieval del Caballero de las conchas, disputado por gallegos y portugueses. [IM]