XacopediaPérez de Urbel, Justo

Citado también como fray Justo Pérez de Urbel y Santiago O.S.B. Eclesiástico, historiador medievalista y escritor español (Burgos, 1895-Madrid, 1979). Su carrera religiosa y como escritor está estrechamente vinculada al franquismo, ya que su labor fue fundamental en la creación de una línea historiográfica oficial. Entre sus numerosas obras, son varias las relacionadas con la figura del apóstol Santiago y el Camino de peregrinación a Compostela. Fue, además, el iniciador de la teoría que sostiene que las reliquias del apóstol Santiago habrían estado en Mérida antes de ser depositadas en Compostela.

El primero de los títulos vinculados al culto jacobeo es Vida del Apóstol Santiago (Madrid, 1939), curioso libro en el que narra la existencia de Santiago en forma de novela. En cuanto a estudios e investigaciones, publicó Historia de la orden benedictina (Madrid, 1941), un trabajo de cuarenta capítulos sobre esta institución, que tenía como regla acoger a los peregrinos como si del mismo Jesucristo se tratara, desempeñando así una importante labor hospitalaria y de caridad en el Camino.

El Monasterio en la vida española de la Edad Media (Barcelona-Madrid-Buenos Aires, 1942) es otra de sus obras, un interesantísimo trabajo que se centra en el papel del monasterio -y lo que a él concierne- en la vida española en los últimos tiempos de la Edad Media. El texto está despojado de todo aparato crítico, con el fin de hacer más amena la lectura y disminuir su dimensión erudita. Consta de diez capítulos; en el séptimo, entre otros temas, se aborda la cuestión de los monjes cluniacenses y los peregrinos de Santiago, así como los hospitales y albergues de los monasterios.

En 1952 publicó Sampiro, su crónica y la monarquía leonesa en el siglo X (Madrid), donde realiza un completo estudio de la Crónica de Sampiro -obispo de Astorga-, en la que se recogen hechos relacionados con el descubrimiento del cuerpo del Apóstol.

Junto con Atilano González Ruiz Zorrilla, escribió Historia Silense (Madrid, 1959), en la que trata la historia de Santo Domingo de Silos, del convento a él dedicado y de la importancia que ha tenido en el Camino de Santiago. Su último libro con vinculación jacobea es Santiago y Compostela (Con amor y verdad) (Madrid, 1977), una obra centrada en la figura de Santiago Apóstol en la que aborda el inicio del mito, las polémicas jacobeas, la aparición del sepulcro, los primeros peregrinos, el Voto, etc. El autor, con una clara finalidad didáctica, dramatiza algunos de los pasajes.

Pérez de Urbel también realizó numerosos artículos jacobeos para medios de ámbito estatal. En el diario compostelano El Correo Gallego publicó Los peregrinos del Apóstol (1942), donde analiza los sentimientos del caminante a Compostela y lamenta que ya no existan peregrinos a Santiago sino turistas que recorren el Camino. Para este mismo periódico escribió La traslación del cuerpo de Santiago (1944), texto en el que se relata el martirio que padeció el Apóstol y la posterior traslación del cuerpo. En 1943, publicó Semblanza hagiográfica del Hijo del Trueno en la revista Ecclesia, una breve biografía del apóstol Santiago en sus diferentes facetas: pescador, discípulo de Cristo y predicador.

Pero, sin duda, el artículo más polémico, controvertido y afamado de Pérez de Urbel es Orígenes del culto de Santiago en España, publicado en Hispania Sacra (1952). En él el autor plantea su tesis sobre el origen del culto jacobeo y asegura que, antes de estar en Compostela, las reliquias de Santiago se veneraban en una iglesia de Mérida y desde allí fueron llevadas a la iglesia de Santa María de A Corticela en Compostela.

Basa su teoría en el descubrimiento de una lápida de mármol datada en la primera mitad del siglo VII, en la que se alude a las reliquias que se guardaban en la iglesia de la Virgen María en Mérida, entre las que se contaban restos de la cruz de Jesús, de mártires y de Jacobo Zebedeo, entre otros apóstoles. Por ello, sostiene que Mérida fue un centro de veneración de los restos de Santiago, posiblemente traídos desde Oriente por mercaderes. Al producirse la invasión musulmana, numerosos cristianos habrían huido hacia las montañas del norte peninsular, entre ellos algunos sacerdotes encargados de la iglesia en cuestión, que habrían llevado consigo las reliquias a través del río Guadiana, siguiendo después por vía marítima hasta Iria Flavia y, por último, a la iglesia de Santa María de A Corticela en Compostela. Según Pérez de Urbel, durante el siglo VIII habría continuado la veneración de tales reliquias en ese templo gallego, en el que se erigieron altares dedicados al Salvador, San Juan Bautista, San Esteban, San Juan Evangelista y también Santiago.

Otro de los artículos publicados por Pérez de Urbel es Primeros contactos del Islam con el reino asturiano (en la revista Árbor, 1953), donde detalla con profusión los primeros encuentros entre musulmanes y cristianos. Contextualizando este momento histórico, se refiere a las primeras expresiones de devoción a Santiago en Galicia y, por extensión, en España, y al descubrimiento del cuerpo del Apóstol. Explica este fenómeno aplicándole un razonamiento lógico y reiterando su teoría sobre la presencia de los restos del Apóstol en Mérida. También pone en relación el culto a Santiago con la cultura mozárabe en El Antifonario de León y el culto de Santiago el Mayor en la liturgia mozárabe, en la Revista de la Universidad de Madrid (1954), donde realiza un análisis del culto jacobeo en la liturgia mozárabe a través del Antifonario de León.

En otra de sus publicaciones narra su experiencia como peregrino a la tumba del Apóstol, en concreto en Fervor en Santiago de Compostela (1954), publicado en La Noche. Ya en 1971 escribe El culto de Santiago en el siglo X en la revista Compostellanum. En este trabajo recuerda brevemente las tradiciones jacobeas en la Iglesia primitiva y se centra en el estudio del culto a Santiago en las diversas zonas de España, salvo en Galicia por ser más conocido, e investiga en la documentación que ofrecen las fuentes litúrgicas -la liturgia mozárabe- y literarias -beatos, libros toledanos- del siglo X.

Pérez de Urbel comenzó su carrera eclesiástica en 1919 como monje benedictino del monasterio de Silos. Durante la Guerra Civil española colaboró eficazmente con los sublevados, sobre todo en tareas de propaganda, y se opuso públicamente a todo intento mediador que pusiera fin a la lucha armada. En 1958 fue elegido como el primer abad del monasterio de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, posteriormente procurador en Cortes y en 1967 Consejero Nacional del Movimiento.

Su sólida y profunda formación le permitió escribir sobre muchas otras cuestiones relacionadas con la historia, el arte, la religión y la política, lo que dio lugar a una extensa producción integrada por 71 libros y más de 700 artículos, reseñas, traducciones, etc. Asimismo cultivó la poesía desde los dieciocho años, género en el que destacan In terra pax (1928) y Cancionero pasiego (1933). Además de numerosísimas obras de ensayo y erudición, escribió libros para niños y mantuvo correspondencia con destacadas personalidades de la cultura y la política de la época. [XIV]


¿QUIERES DEJAR UN COMENTARIO?


**Recuerda que los comentarios están pendientes de moderación