Médico francés (s. XVIII). Peregrina a Santiago de Compostela en el año 1790. Es el autor del Itinéraire de Bruges à Compostelle, una guía eminentemente descriptiva en la que deja constancia de su viaje al sepulcro del Apóstol. Es uno de los últimos relatos odepóricos históricos. La ruta que realizó es una combinación del Camino Francés y el Norte, al que se une ya en Asturias, tras haber visitado la Cámara Santa de la catedral de Oviedo. De regreso, se dirigió únicamente por el Camino Francés.
Su guía es muy parca en detalles. Cuenta, principalmente, la distancia en leguas que recorre en cada etapa, e indica las localidades en las que comienza y finaliza. Deja también constancia de los hospitales y conventos de caridad en los que lo acogen y observaciones útiles para el peregrino, como donde es preciso hacerse con provisiones para los días venideros. Sobre su estancia en Compostela, menciona que reza a Dios por todos los pecadores y en particular por el “que ha escrito esta ruta”, él mismo. Además, reseña que en la catedral se confiesa con un sacerdote francés, recibe la comunión en la capilla del Rey de Francia y visita las santas reliquias.
Racq parte de Brujas y se dirige a Saint-Jean-Pied-de-Port. Entra en la península siguiendo el Camino Francés -Roncesvalles, Pamplona, Puente la Reina, Estella, Logroño, Navarra, Santo Domingo de la Calzada, Burgos y León- y toma el desvío para dirigirse a Oviedo y visitar las reliquias que se encuentran en la Cámara Santa de la catedral ovetense. El desvío a Oviedo era común en el siglo XVIII y a principios del XIX para visitar la Cámara Santa de la catedral. Tras un pequeño trayecto por el Camino Primitivo se desvía hacia el norte, donde enlaza con el Camino de la Costa hasta llegar a Compostela -Luarca, Navia, Ribadeo, Mondoñedo, Vilalba, Melide-. De regreso sigue el Camino Francés. [XIV]