Población de 825 habitantes (580 m) en el Camino Francés, provincia de León, Castilla y León. A 214 km de Santiago. Esta pequeña localidad de la comarca del Bierzo aparecía ya citado en el Codex Calixtinus. En concreto, se habla de Molinaseca en el capítulo III del libro V, enmarcada en una enumeración de lugares por los que pasa el Camino de Santiago. Precisamente la creación de su burgo estuvo relacionada con el auge que experimentaron las peregrinaciones jacobeas entre los siglos XI y XII. La primera mención al concejo de Molina se produce en un documento del año 1180. Durante esta centuria y las siguientes el pueblo llegó a tener un barrio de los Francos (s. XIII). Muchos de estos territorios formaron parte en el pasado de las posesiones del monasterio de Sobrado. Destaca la donación de tierras efectuada por Igobor en el año 1202. De esta forma, el cenobio llegó a erigirse en el más importante propietario de Molinaseca, interesado sobre todo en el cultivo de la vid en el municipio.
El célebre peregrino italiano Domenico Laffi cita en su Viaggio in Ponente a S. Giacomo di Galitia e Finisterre (1673), a la villa de Molinaseca, a la que denomina “Settemolini”.
Un puente románico sobre el lecho del río Meruelo conducía a los peregrinos medievales hasta la calle Real, también conocida como calle de los Peregrinos. Muchos autores afirman que, a pesar de sus posteriores remodelaciones, el puente original fue construido por los romanos. Aún a día de hoy sólo es posible atravesar este paso a pie. En el siglo XVI seguía existiendo la costumbre entre los pobladores del lugar de colocar estacas para que los peregrinos no se perdieran por la nieve, tal y como puede comprobar Claude de Bronseval en su viaje a Compostela.
Entre las visitas obligadas en esta localidad está el santuario de las Angustias, del siglo XVIII, fundado sobre la posible ubicación de una capilla en el siglo XI. Ya en la Edad Media constituía un importante espacio mariano, visitado por los peregrinos para rendir su tributo a la Virgen, en su Camino a Compostela. Destaca de la basílica el retablo mayor, obra barroca creada por Pedro Núñez de Losada. Ante la madona también pasaban los labradores gallegos que se dirigían a la siega en Castilla, que a su regreso arrancaban astillas de la puerta como recuerdo, dejando como obsequio las hoces que habían utilizado. Esta costumbre llevó a forrar la portada del templo con chapas de hierro.
Otros templos con advocaciones de santos del Camino son la iglesia parroquial de La Magdalena, también con un retablo de fábrica barroca, y el templo de San Nicolás de Bari, ya existente al menos en el año 1134, tal y como menciona un documento de la época. La misma iglesia de San Nicolás configuró en gran medida la creación y crecimiento de la villa de Molinaseca. El pueblo consagra las fiestas en honor a San Roque el 15 de agosto, una de las conmemoraciones más populares en El Bierzo. Además, en la aldea de El Acebo tiene lugar cada 25 de julio la celebración de una procesión hasta la Cruz de Ferro.
A las afueras de esta localidad hay dos albergues: el de Molinaseca y el de Santa Marina. El primero, fundado en la antigua ermita de San Roque, es de titularidad municipal y cuenta con 28 plazas en literas. En verano se habilita la zona del porche para dar cabida a más peregrinos. A 100 m, al otro lado de la carretera, se encuentra el albergue privado Santa Marina. El edificio que ocupa fue inaugurado en el año 2007 y tiene 56 camas. Durante la Edad Media, dada la importante afluencia de peregrinos, se crearon varias hospederías, entre ellas varios lazaretos y malaterías. En el siglo XII, concretamente en el año 1188, se menciona la existencia de un hospital llamado Casa de Molina, que pertenecía a la iglesia de Astorga. Pocos años después, en 1203, otro texto se hace eco de una “casa de los malatos” situada en la orilla del río. También existen noticias de otro establecimiento hospitalario, fundado en 1512 por el obispo de Astorga, Sancho de Acebes. Otras aldeas adscritas a este concejo, como El Acebo o Riego de Ambrós, cuentan con establecimientos de acogida para el peregrino. La hospitalidad en ambas poblaciones tiene gran importancia histórica. En Riego de Ambrós, ya en el siglo XII, se tiene constancia de la existencia del hospital para peregrinos de San Juan de Irago. Durante el siglo XIX la desamortización desmantelará la propiedad eclesiástica de estos centros.
Por otra parte, en El Acebo está documentada la ejecución de un peregrino en el siglo XIII, en el llamado Campo de la Forca, por abusar de una muchacha oriunda de la villa.
En septiembre del año 2008 el Ayuntamiento anunció la puesta en marcha del Museo de los Caminos, centro en el que se incidirá en la promoción de la Ruta Jacobea y de otros itinerarios de peregrinación. Entre ellos, destacan el Camino del Sol de Brasil y el Camino de los 88 Templos de Shikoku, en Japón.
Representantes del País del Sol Naciente visitaron Molinaseca durante el mismo mes de septiembre para dar a conocer esta ruta de peregrinación budista, que se remonta al siglo XII. Durante la recepción de la delegación japonesa se inauguró un monolito conmemorativo de la visita, emplazado frente al edificio de usos múltiples.
Entre las similitudes de ambos trazados destaca la existencia de credenciales en los dos itinerarios de peregrinación. [SOB]
V. Acebo, El / Riego de Ambrós