Lugar de 35 habitantes (1.150 m) del Camino Francés en la provincia de León. A 221 kilómetros de Santiago de Compostela. Es la primera población en el pronunciado descenso de los montes de León, después de la Cruz de Ferro y la antigua localidad de Manjarín. Sitúa ante la vista de los peregrinos la rica comarca del Bierzo, en León, puerta de Galicia y zona de confluencia de las culturas gallega y castellano-leonesa. Desde El Acebo se hace presente de forma definitiva un paisaje cada vez más verde y frondoso, muy distinto al que se acaba de dejar atrás, en la otra cara de la montaña. El pueblo mismo, hermoso y pintoresco, con sus tejados de pizarra, es representativo del nuevo ámbito geográfico en el que entra el caminante.
La vía principal, la Calle Real, muestra la estructura típica de muchos pueblos del Camino, alargada, concentrada y casi única. Y es que El Acebo nació por y para la Ruta Jacobea. Los Reyes Católicos (1487) permitieron a sus habitantes no pagar tributos a cambio de mantener abierto un albergue para peregrinos y que durante las intensas nevadas de invierno en estas montañas se mantuviesen visibles unos 400 pares de estacas marcando la ruta desde Foncebadón, unos 11 km antes, donde se situaba el hospital de peregrinos del monje Gaucelmo.
La iglesia parroquial de San Miguel guarda una imagen románica que es para algunos una representación de Santiago, ya que viste una túnica de color turquesa decorada con flores de lis doradas que se relacionaron en la Edad Media con este apóstol. Para José María Anguita Jaén resulta una atribución inadecuada porque su iconografía no tiene otros referentes, al margen de este. Realizada en piedra policromada, de esta hermosa obra se guarda una réplica en el Museo de los Caminos de Astorga.
En 1988 se construyó a la salida de la localidad un monumento dedicado a Heinrich Krause, uno de los peregrinos contemporáneos fallecidos en el Camino al despeñarse en este lugar con su bicicleta. El monumento, en hierro forjado, está formado por una bicicleta y un bordón. El Acebo cuenta con dos albergues privados y uno parroquial dedicado a Santiago.
A la salida de El Acebo, el peregrino puede tomar un pequeño desvío de 3 km y visitar uno de los lugares, inmediatos al Camino, más conocidos y fotografiados. Es la herrería de Compludo, que aparece al final de una fuerte pendiente. Sus instalaciones pertenecieron a un monasterio visigodo dedicado a los santos Justos y Pastor, fundado por San Fructuoso (s. VII). La fuerza del agua y la del martillo de la herrería hacían tal ruido en el pasado que asustaron a más de un viajero. Debido a la existencia de cenobio, Compludo fue lugar de paso de peregrinos. [MR]