Santiago AlfeoEs uno de los doce apóstoles de Jesús (s. I). Aparece como uno de los cuatro Santiagos nombrados a lo largo del Nuevo Testamento como apóstoles y discípulos de Cristo: Santiago Zebedeo, Santiago Alfeo, Santiago el Menor y Santiago “el hermano del Señor”, este último citado así por una posible relación familiar con Jesús y conocido también como Santiago el Justo.
Los textos bíblicos apenas ofrecen datos que permitan una identificación segura y diferenciada de cada uno de ellos. Históricamente esto llevó a ciertos equívocos, a veces seguramente intencionados. Así ha sucedido con la hagiografía jacobea, que no dudó en atribuir a Santiago Zebedeo o el Mayor aspectos propios de los otros Santiagos bíblicos. Por lo tanto, vamos a intentar aclarar quién fue Santiago Alfeo, uno de esos otros tres Santiagos.
A pesar de las escasísimas referencias que el Nuevo Testamento ofrece sobre él, hay un dato incuestionable: uno de los doce apóstoles de Jesús era un tal “Santiago, hijo de Alfeo” o “Santiago el de Alfeo”. Así lo citan las listas de los apóstoles que ofrecen los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas. En tanto Santiago el Mayor, que se menciona como “Santiago el de Zebedeo” o “hijo de Zebedeo”, lo encontramos situado en los puestos segundo o tercero de estas listas, Santiago Alfeo aparece -en las tres- en el número nueve. No hay, por lo tanto, confusión posible sobre cuales son los dos Santiagos apóstoles. Tampoco hay ningún pasaje en el que se atisbe algún tipo de relación entre los dos.
Fuera de las citas nominales de Mateo, Marcos y Lucas El Nuevo Testamento sólo se vuelve a referir a Santiago Alfeo en una brevísima mención en los Hechos de los Apóstoles formando parte de estos. No tenemos ninguna otra alusión bíblica directa. Pero la Iglesia católica acostumbra a identificarlo, sobre todo desde el Concilio de Trento (s. XVI), con Santiago el Menor, que sólo aparece citado con este nombre, y de manera muy secundaria, en el Evangelio de Mateo. Para los que defienden esta posición, el Alfeo, el Menor y el hermano del Señor o el Justo, serían la misma persona, y se refieren a ellos indistintamente como Santiago Alfeo o Santiago el Menor.
Estudiosos de la propia Iglesia rechazan, sin embargo, esta unificación de identidades. A Santiago el Menor lo hacen coincidir con Santiago el Justo y lo califican únicamente como un discípulo -no como un apóstol-, aunque muy próximo a Jesús, sobre todo en los últimos tiempos de este, y muy relevante en los primeros momentos del cristianismo. Una tercera posición, también viva y que sigue en buena medida la Iglesia oriental, mantiene que Santiago el Menor y el Alfeo serían una misma persona, uno de los doce apóstoles, pero no así Santiago el Justo o el hermano del Señor, al que también conceden gran influencia en la Iglesia inicial. Aquí dejamos reflejadas las tres teorías, ya que todas disponen, con menor o mayor argumentación, de hipótesis a favor y en contra.
Santiago Alfeo en Compostela//// Uno de los mayores tesoros de la catedral compostelana es el relicario que guarda la supuesta ‘cabeza’ de Santiago Alfeo, llegada a Compostela, tras un largo y complejo periplo por la península, en el siglo XII, en tiempos del obispo Diego Gelmírez. Se identificó esta reliquia en un primer momento como perteneciente a Santiago el Mayor, ya que así lo había hecho notar el obispo portugués que la había traído desde Jerusalén.
Sin embargo, hacia el final de la Edad Media fue atribuida a Santiago Alfeo, para no interferir con la versión compostelana de la traslación del cuerpo íntegro del hijo del Zebedeo a Galicia, tras su muerte. Además, permitía contar en la catedral con una segunda reliquia de un apóstol de Cristo, un patrimonio sólo comparable con Roma, con los cuerpos de San Pedro y San Pablo.
La Iglesia compostelana, en línea con la posición dominante entre los católicos, acostumbra a referirse a esta reliquia como perteneciente a un único Santiago, al que cita indistintamente como Santiago Alfeo o Santiago el Menor, otorgándole, además, el relevante papel en el cristianismo inicial que desde antiguo se ha atribuido al hermano del Señor. [MR]