Saturnino, SanObispo mártir, contemporáneo del emperador romano Decio (?-Toulouse, Francia 250). La predicación de San Saturnino se sitúa probablemente en Oriente o África, tal y como recoge el Missale Gothicum. Su vida aparece reflejada en la Passio Saturnini, obra de autoría desconocida escrita entre los años 430 y 450. El documento relata que el santo fijó su residencia en Toulouse, bajo el consulado de Decio y Grato, en el mismo año de su muerte.
El mártir pasaba todos los días ante el capitolio dedicado a Júpiter, en la ciudad de Toulouse, de camino a su pequeña ermita. Decían los paganos que su presencia dejaba mudos a los dioses, razón por la que fue capturado en el mismo Capitolio. La muchedumbre le obligó a sacrificar un toro en el altar de Júpiter, a lo cual el santo se negó. El mártir llegó a rechazar la existencia del rey de los dioses romanos, por lo que las gentes, enfurecidas, lo ataron al cuello del toro y lo hicieron correr escaleras abajo. Saturnino murió poco después de ser arrastrado a causa de las heridas y su cuerpo fue abandonado en la calle. Dos mujeres piadosas le dieron sepultura. Un siglo después San Hilario construiría sobre su tumba una capilla de madera que pronto fue destruida.
El duque Leunebaldo descubrió sus reliquias en el siglo V y las cambió de lugar, fundando en el nuevo emplazamiento una iglesia. Durante los 150 años que el cuerpo permaneció en su tumba original, la leyenda asegura que desde su sepulcro emanaba un buen aroma. En la actualidad, la basílica de Saint-Sernin de Toulouse, fundada en el siglo XI sobre la iglesia del siglo V, constituye una de las construcciones románicas más antiguas de toda Francia, tan sólo posterior a la abadía de Cluny. La calle que une el capitolio con el templo recibe el nombre de rue du Taur [calle del Toro], en recuerdo de su martirio. En esta vía se alza la iglesia de Notre-Dame du Taur, anteriormente iglesia de Saint-Sernin-du-Taur (s. XIV), en el lugar exacto donde el santo fue separado del toro. Una pintura de Benezet (s. XIX) sobre el altar central refleja el martirio de San Saturnino. Su festividad se conmemora el 29 de noviembre.
Presencia en el Codex Calixtinus//// La Historia de Turpín relata en el capítulo XXVIII que Saturnino de Toulouse, junto con otros seis santos de otras localidades francesas, consagró el cementerio de Burdeos. Este camposanto, junto con el de Aliscamps, serviría de sepultura a los mártires de la mítica batalla de Roncesvalles en la que murió Roldán.
También se hace otra mención al santo en el libro V, capítulo VIII, incluyéndolo entre las reliquias destacadas que los peregrinos deben visitar en el Camino. El libro decano de las peregrinaciones compostelanas menciona que no fue uno sino varios toros los que arrastraron el cuerpo del mártir, quien fue desplazado por los animales “desde lo alto de la ciudadela del capitolio hasta una distancia de una milla”. [SOB]