XacopediaRoncesvalles, batalla de

Roncesvalles fue históricamente vía de paso obligado para entrar en la península, de ahí que también fuese el lugar por el que, en el siglo VIII, penetrase el emperador Carlomagno con el más poderoso ejército de la época dispuesto a enfrentarse a los musulmanes. En el verano del año 778 la gran expedición iba camino de Zaragoza cuando, al pasar por territorio pamplonés, destruyó las murallas de la ciudad con el objetivo de asegurar su regreso en caso de tener dificultades en Zaragoza, tal como sucedió.
Sin embargo, al regresar, iniciando el descenso de los Pirineos, en la zona de Luzaide-Valcarlos, la retaguardia del ejército franco, mandada por Roldán, su caballero más querido, y por el resto de los doce pares de Francia, fue atacada por unas huestes desconocidas a las que les resultó fácil provocar un descalabro general a base de lanzar rocas y dardos. Todavía no se sabe quiénes fueron los atacantes. Unos creen que era una coalición de vascones y musulmanes, otros apuestan por vascones de ambas laderas del Pirineo y también se cree que pudieron ser vascones ultrapirenaicos descontentos con el fortalecimiento del régimen franco en Aquitania.
También se desconoce la localización exacta de la batalla, aunque la leyenda generada por El Cantar de Roldán ha perpetuado la imagen del caballero tocando el olifante, para advertir al resto del ejército, en el vértice de Ibañeta, próximo a Roncesvalles, donde intentaría romper su gloriosa espada Durandal para que no cayera en manos del enemigo al ser herido.
En la Historia de Turpín//// El libro cuarto del Códice Calixtino, conocido como Historia de Turpín, relata las batallas de Carlomagno contra los sarracenos y aquí aparece también Roncesvalles. Así, se cuenta como, tras conquistar toda España, Carlomagno elige para cruzar Roncesvalles a su sobrino Roldán, a Oliveros y a más de mil cristianos. Pero, al detenerse en Pamplona, sufren el ataque de dos reyes sarracenos que habían fingido someterse al emperador y que, tras emborrachar a los soldados y ofrecerles mujeres paganas, los mataron. Solo sobrevivieron Balduino, Turpín, Tedrico, Ganelón y Roldán, quien, al toque de su trompa de marfil, consiguió reunir a unos cien cristianos para ir en busca del rey Marsilio a quien, según el Códice, partió en dos mitades junto con su caballo de un tajo de espada. Sin embargo Roldán resultó herido y, ante el temor de que su espada cayera en manos de los sarracenos, la golpea contra una roca de mármol con la intención de destruirla. Pero solo consigue partir la roca. Tras volver a tocar su trompa, acuden en su ayuda Balduino y Tedrico, quien le da confesión antes de morir y avisa a Carlomagno, que vuelve al lugar y expone un canto fúnebre de alabanzas. El rey jura perseguir a los paganos y tras matar a 4.000 vuelve a Roncesvalles donde ordena descuartizar a Ganelón por traidor y tira sus extremidades hacia los cuatro puntos cardinales. La tradición señala que la gran roca partida por Roldán fue instalada por los monjes en el recinto de Roncesvalles. [TRI]
V. Cantar de Roldán / Historia Turpini / Roncesvalles


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