Los Hechos de los Apóstoles (12,33 y 12,2) nos dan las últimas noticias históricas de Santiago Apóstol, las cuales nos llegan de Palestina, donde muere mártir -el primero de los apóstoles de Jesús- decapitado en Jerusalén en tiempos del rey Agripa I, que mandó decapitarlo en torno al año 42 de nuestra era. A partir de aquí surge una profunda tradición de que su cuerpo es trasladado al fin del mundo, al occidente europeo, a Galicia (España). Arribaría en barco a Iria Flavia (Padrón) y de allí sería conducido tierra adentro hasta acabar enterrado en tierras de la actual Santiago de Compostela. La historia da lugar a la tradición con el paso de las generaciones y la invasión musulmana, hasta reencontrarse la tumba en el siglo IX, iniciándose una segunda historia del Apóstol Santiago que marcaría España y toda Europa con el Camino de Santiago. En este sentido son más fuertes los argumentos de tipo arqueológico y de tradición que la documentación propiamente dicha.
La conmemoración del traslado de los restos desde Jafa a Santiago, por los discípulos Teodoro y Atanasio, se celebra el 30 de diciembre de cada año. En realidad se trataba de la fiesta del Apóstol en la liturgia hispánica, hasta que en la Reforma gregoriana se cambia por la celebración del traslado de los restos del apóstol Santiago de Jerusalén a Compostela. La solemne celebración se realiza en la catedral, presidida por el arzobispo compostelano, con una invocación del rey de España o un delegado regio, como reminiscencia de la antigua ofrenda nacional al Patrón de España, que hace presente al Apóstol las necesidades de España, pidiendo el auxilio y la protección del Señor Santiago, testigo y amigo de Dios. [SP]