Xacopedialiteratura odepórica

Literatura que trata de los acontecimientos y de las cosas vistas durante un viaje. Es, sin duda, uno de los géneros literarios más significativos de la peregrinación jacobea. Por eso la llamamos, con un término griego, odepórica, ya que proporciona, junto al recuerdo de hechos y experiencia personales, datos geográficos, históricos y ambientales estrictamente relacionados con el viaje.

Es necesario determinar los elementos constituyentes de la literatura de viaje y peregrinaje a Compostela, a fin de llegar a definir una metodología de trabajo y de interpretación de estos textos. Por eso hay que remontarse al quinto libro del Codex Calixtinus, primer ejemplo compostelano de este género, en el que encontramos los cinco elementos fundamentales que se hallarán en toda la literatura odepórica compostelana: uno o más itinerarios que llevan a Santiago; la indicación de las principales etapas, hospitales, alojamientos y tipo de asistencia; la relación de los cuerpos santos y de las reliquias que hay que visitar; la descripción de la catedral y de la ciudad de Santiago, y las impresiones y juicios personales que en el quinto libro apenas asoman, pero que tendrán siempre más relieve con la evolución del género.

Después de individualizar estos elementos, creemos que es posible llegar a unas conclusiones válidas, bien para cada texto, bien comparativamente con toda la literatura compostelana. Ante todo, según prevalezca el uno o el otro elemento, será posible entender si nos hallamos en presencia de una mera guía, un manual de viaje, un texto devocional, una obra literaria con aspectos personales y calidad artística. Además, a través de una evaluación comparativa de cada elemento, será posible extraer un juicio orgánico y global alrededor de la peregrinación.

Veremos, por ejemplo, que con la madurez del género empiezan a tenerse itinerarios distintos de ida y vuelta, favorecidos por la curiositas del hombre renacentista, en los que se describirán con más atención las motivaciones del viaje, las costumbres, las devociones, el paisaje, el idioma de la gente encontrada; se llegan a añadir pequeños diccionarios, con más detalles, de la catedral de Santiago. Además podemos apreciar que muchos peregrinos unen a la de Santiago la peregrinación a Roma o a Jerusalén como harán, por ejemplo, el Segneur de Caumont, Harnold von Harff, Domenico Laffi, etc.

Entre otras cosas esa metodología nos permite destacar una notable diferencia con la literatura odepórica romana y jerosolimitana, mientras que en los Itineraria romano y hierosolimitano los núcleos más importantes son respectivamente las Mirabilia urbis Romae y las Descriptiones locorum sanctorum, es decir las metas, en los Itineraria compostellana el motivo dominante es el viaje mismo, el camino, el andar por itinerarios surgidos y consolidados por este fin.

Otro aspecto que podemos subrayar es que este género, en su conjunto, experimenta una evolución unitaria, a pesar de las diferencias de lengua, cultura y nacionalidad, por lo que se pasa de los simples itinerarios de la época medieval a una producción más articulada con influjos humanistas, diplomáticos y comerciales en el siglo XVI, hasta llegar a una mayor madurez literaria con las obras de Laffi, Buonafede Vanti y Albani.

La literatura odepórica compostelana ha dejado huellas en los principales dominios lingüísticos, con mayor expresión en italiano y en alemán. Pocos son los ejemplos en los idiomas de la Península Ibérica, tal vez por estar más cerca de Santiago.

En la literatura odepórica francesa destaca el Voiatge de Nopar seìgneur de Caumont a Saint-Jacques en Compostelle et a Notre Dame de Finibusterre (1417), muy conocido por ser uno de los primeros que describe con detalles el milagro del peregrino ahorcado de Santo Domingo de la Calzada. Hay que recordar también la relación de Antoine de Lalaing, señor de Montigny (1501) y, en especial, a Guillaume Manier, que nos cuenta su peregrinación bastante picaresca de 1726. Además, encontramos en Francia numerosas pequeñas guías que vuelven constantemente a reimprimirse como la Guide de Chemins de France, por Charles Estienne, que entre 1522 y 1668 se redacta en una treintena de ediciones que llevan siempre el itinerario para Santiago.

Es también muy importante la literatura odepórica alemana, que cuenta, entre otros relatos, con los de Peter Rieder (1428); Sebastian Ilsung (1457); Leo von Rozmithal (1465-1467); Herman Künig von Vach (1495), que tuvo varias ediciones y que traza las dos principales rutas de los peregrinos alemanes; la Oberstrasse y la Niederstrasse; Arnold von Harff (1496-1498) y Hieronimus Münzer (1499).

Igualmente notable es la literatura odepórica italiana, inicialmente anónima, como los numerosos relatos del siglo XV, luego siempre más caracterizada por la personalidad de los autores, como se aprecia en los textos de Bartolomeo Fontana (1550), Fabrizio Ballerini (1588), Domenico Laffi (1673), que volvió a reeditarse y reemprimirse hasta 1726, Giacomo Antonio Naia (1717), Gian Lorenzo Buonafede Vanti (1717) y Nicola Albani (1743-45), con sus deliciosas acuarelas. Hay que destacar finalmente las cuatro relaciones del viaje de Cosme III de los Médicis, que, a pesar de no haber cumplido una verdadera peregrinación, aportan numerosos datos y dibujos sobre Galicia y la devoción jacobea. [PC]


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