Allariz
Localidad de 3.500 habitantes (580 m) en el Camino del Sudeste, provincia de Ourense, Galicia. A 130 km de Santiago. Conserva una significativa tradición jacobea pasada y presente, aunque no posee albergue de peregrinos.
Está situada Allariz, que nació sobre los restos de un antiguo castro, en el ramal del Camino del Sudeste que, tras abandonar la Vía de la Plata en Zamora, avanza por el sur de la provincia orensana a través de Verín y de Xinzo de Limia. Recoge esta Ruta a los peregrinos que llegan desde Portugal por la ciudad de Chaves y a los que desde la Vía de la Plata -el principal camino desde el Sur y Suroeste peninsulares- eligen este itinerario menos montañoso y complicado, aunque más largo, que el que pasa por Laza, al norte. Es una ruta utilizada con frecuencia por peregrinos en bicicleta.
La vinculación alaricana con el mundo jacobeo se remonta a la Edad Media. Su estratégica situación como punto de comunicación entre Ourense y Santiago con el nordeste de Portugal y la Meseta, unido a un clima suave y a la riqueza agrícola, hará que desde finales del siglo XI Allariz se convierta en punto de atención del rey Alfonso VI, clave en el desarrollo y potenciación del Camino de Santiago.
Este monarca manda edificar en la villa la fortaleza y la iglesia de Santiago, en honor a su admirado Apóstol, al mismo tiempo que impulsa la catedral compostelana. Se trata de una iglesia de nave única, de un románico evolucionado en el que se perciben trazas del taller compostelano del maestro Mateo, que extendió su influencia por estas tierras, catedral de Ourense incluida. El templo ocupa hoy el centro del casco antiguo de la villa, excepcional tanto por su valor histórico como por su esmerada conservación.
En la localidad pasaron períodos de su vida Fernando II y Alfonso IX, otros dos reyes referenciales para el universo jacobeo y grandes seguidores del Apóstol.
Se estima que fue en tiempos de Alfonso IX -a principios del siglo XIII- cuando se fundó en la villa un hospital de peregrinos para atender a los devotos que se dirigían a Compostela por este ramal de la Vía de la Plata. Un documento evidencia que seguía funcionando en 1678 y que permitía la estancia de los peregrinos durante dos días. Memoria de lo que fue este centro, situado en la calle del Hospital, la da en el presente un escudo con la calabaza del peregrino sobre el que fue su portalón de entrada. Contó la villa con otros hospitales y centros de acogida para pobres y caminantes. [MR]