Localidad de 29.558 habitantes (101 m), en el Camino de Vézelay, Francia. A 1.146 km de Santiago de Compostela. Jalón del Camino de Vézelay en el valle de l’Isle, el burgo de las siete colinas ofrecía a los peregrinos de la Edad Media las venerables reliquias de San Front, considerado el primer obispo de la ciudad y exterminador de varios dragones. De acuerdo con la leyenda, el propio San Pedro le habría entregado su báculo para que se sirviese de él en su misión evangelizadora, acompañado a la Galia por San Jorge, primer obispo de Velay. Su sepulcro era, según relata el Codex, redondo a imitación del Santo Sepulcro jerosolimitano, pero fue destruido durante las Guerras de Religión (1575); las reliquias no corrieron mejor suerte, pues salvo un fragmento del cráneo desaparecieron con la Revolución.
La catedral basílica de Saint-Front, cuyo origen se remonta a una capilla del siglo VI, que había sido remplazada por un primer templo románico consagrado en 1047, fue reedificada tras el incendio de 1120, y concluida en 1173. Presenta planta de cruz latina y un particular alzado, sus naves, también las del transepto, que en vez de bóvedas se hallan cubiertas por cúpulas, lo que les confiere un aire exótico, próximo a los modelos bizantinos plasmados en San Marcos de Venecia. Gran parte de lo que vemos hoy, sin embargo, es consecuencia de una profunda restauración, ejecutada por Abadie y Boeswillwald en la segunda mitad del siglo XIX. El primero, inspirado en el modelo de las cúpulas, realizaría el diseño del santuario parisino del Sacré-Coeur. Desde 1999 la catedral cuenta con una capilla dedicada a Santiago Apóstol, que ha sido consagrada por el obispo como consecuencia del moderno auge de la peregrinación.
Además del barrio de Puy-Saint-Front, existía otro burgo independiente, conocido como La Cité, en el que moraban el clero y la aristocracia; tan solo en 1240 se unirían ambos. La Cité aparece dominada por un segundo templo cubierto con cúpulas, el de Saint-Étienne (s. XII), que fue consagrado por San Front y ostentó la dignidad catedralicia hasta 1669, en que pasó a la hasta entonces colegiata.
A la salida de Périgueux, distante poco más de una legua y justo al borde del camino, los peregrinos eran hospedados en el monasterio de Nôtre-Dame de Chancelade, fundado en el siglo XII bajo la observancia de la Regla agustiniana y restaurado en el XVII. De su fábrica medieval se conservan algunos elementos de la iglesia y la capilla de San Juan (1147), así como otras dependencias del siglo XV. [AP]