Famo-so lugar medieval de acogida a los peregrinos que llegaban a Santiago, situado en lo que hoy es la plaza de A Inmaculada. Se conservan muy pocos datos al respecto. López Ferreiro asegura que ya a finales del siglo IX el obispo Sisnando (877-920) “reedificó la iglesia de San Félix de Solivio y levantó junto a ella una casa que sirviese […] de vivienda a los ministros jubilados del Templo Apostólico y de hospedaje a los pobres y peregrinos”. Tal vez fue este el hospital posteriormente dotado y ampliado por Gelmírez (1100-1140), que le concedió parte de las limosnas de algunos altares para sufragar las reformas y su mantenimiento. En julio de 1128, según Yzquierdo Perrín, el propio arzobispo “le dona, de acuerdo con el Cabido, cierto terreno sito en los términos del palacio, con objeto de construir allí una iglesia para cementerio de los que en él muriesen”. Este centro es conocido como hospital Mayor, Viejo o de Santiago Alfeo.
Por otra parte, el Códice Calixtino (s. XII), en el milagro XXI del Libro II habla de un varón de Borgoña que no podía andar porque “desde los catorce años estaba impedido de los miembros” y dice que se hospedó “en el hospital del mismo Apóstol, cerca de la iglesia, por no querer en otra parte”. Parece referirse al hospital Viejo compostelano; después de pasar «en vela en la basílica dos noches y estando en oración la tercera vino Santiago y tomándole la mano lo puso en pie. Y al preguntarle quién era le respondió: “Soy Santiago, apóstol de Dios”. Luego el hombre, restablecido en su salud, veló por trece días en la iglesia y contó esto a todos por su propia boca.»
En la descripción de la ciudad de Santiago realizada por Aymeric Picaud en el libro V del propio Códice Calixtino, dice que “cuando nosotros los franceses queremos entrar en la basílica del apóstol, lo hacemos por la parte septentrional, ante cuya entrada está junto al Camino el hospital de peregrinos pobres de Santiago”.
Tras la visita realizada a Compostela en 1486 por los Reyes Católicos se decidió construir el Hospital Real. Cuando en 1502 se nombra a Diego de Muros administrador del centro se dice que es preciso un “hospital donde sean hospedados e recibidos los peregrinos e pobres e asimismo curados e mantenidos los romeros que de continuo ocurren e vienen”.
Poco después, en una bula de 1507, el papa Julio II (1503-1513) ordena la supresión y extinción de “los quatro hospitales que havía en la ciudad de Santiago, que son el Hospital Viejo de Santiago Alfeo, de Sancta María del Camino, Sancta Ana y Sant Andrés”. Las rentas del Hospital Viejo, que había sido ampliado en 1499, habían de pasar al nuevo Hospital Real. Aunque esta anexión se frustró y el viejo hospital siguió funcionando durante algunos años parece que llegó a desaparecer como tal a lo largo del siglo XVI. Antes de la demolición de su edificio acogió a la Universidad.
En una Real provisión dictada por el rey Felipe II en 1571 se afirma que “sería muy combeniente al servicio de Dios y bien público de todos los dichos hospitales se reduciesen a uno o dos yncorporando y uniendo en ellos la hazienda de todos los demás”.
En el recuento realizado en 1571, conservado en el Archivo Histórico Diocesano de Santiago, se dice que “este ospital es en efecto un colegio de estudiantes muchachos colegiales -ahora se dice Colegio de San Jerónimo- questán allí y es una casa mui grande y buena junto a la iglesia mayor y no ai camas ni pobres ni hospitalidad della más las de los dchos. colegiales susodichos que gozan la renta de la dcha. casa y la Universidad del Colegio Mayor de la dch. ciudad a cuyo cargo está”.
En el siglo XVII fue vendido el terreno en el que se encontraba a los monjes benedictinos de San Martiño Pinario para ampliar sus dependencias y se trasladó su portada románica a las actuales dependencias del palacio de San Xerome, sede del Rectorado de la Universidad de Santiago de Compostela. Esta portada, de notable belleza, es la que da a la plaza de O Obradoiro. En ella se reproducen las imágenes de Santiago peregrino, San Juan y San Francisco, entre otros. [JS]