En francés, Bourgogne. Provincia histórica de Francia, situada al este del país, que se corresponde en la actualidad con la región francesa del mismo nombre. Estuvo ocupada por celtas, galos, romanos y, por último, por los burgundios o burgundiones, pueblo germánico oriental que en el siglo V formó este reino a las orilla del Ródano. En la época carolingia se constituyó en ducado, llegando a ser uno de los más prósperos durante la Edad Media.
Borgoña está ligada en gran medida al asentamiento de la Orden monástica de Cluny, gran difusora del Camino de Santiago. Precisamente en Cluny, en el condado de Mâcon, fue nombrado papa Guido de Borgoña en 1119, más conocido como Calixto II. El sumo pontífice, contemporáneo de Diego Gelmírez, elevó a Santiago de Compostela al rango de Sede Metropolitana. Más dudosa es la afirmación que le atribuye la concesión del jubileo mediante la bula Regis Aeterni. Falsamente se considera al mismo personaje autor del Codex Calixtinus, aunque a día de hoy esta obra cumbre de la devoción jacobea se estima posterior a los tiempos en los que vivió el Papa. Otros autores aseguran que peregrinó a Santiago antes de presidir la Santa Sede.
El propio Gelmírez, ante el ascenso del poder de la abadía borgoñona, estableció importantes relaciones con sus abades, entre los que destaca San Hugo (1049-1109). La labor de estas tres personalidades -el arzobispo de Compostela, el abad de los “monjes negros” de Cluny y el Papa, desde Roma- será determinante en la propagación del culto al Apóstol durante el primer cuarto del siglo XII.
Los cenobios dependientes de la abadía de Borgoña se extenderán por buena parte de Europa, desde Polonia hasta Francia, también por España, Italia e Inglaterra, hasta sumar más de mil cuatrocientos centros religiosos. Entre los borgoñones que peregrinaron a Santiago destacan Hugo II y Hugo de Porto.
Calixto II era hermano de Raimundo de Borgoña, conde de Galicia y esposo de Doña Urraca. El conde borgoñón catapultó la carrera política del futuro arzobispo Diego Gelmírez al nombrarlo canciller y secretario de su curia. Posteriormente, Raimundo le otorga el cargo de merino del señorío de la Iglesia de Santiago.
Pero ya antes del ascenso de Gelmírez, Sancho el Mayor (992-1035) y Alfonso VI (1040-1109) realizaron grandes donaciones a la abadía de Borgoña, al igual que el noble gallego Íñigo Vermúdez -monasterio de San Salvador de Vilafrío, en Lugo-. Los centros monásticos llegarán a vincularse con el Camino Francés, difundiendo los ideales de hospitalidad y caridad tan identificativos de la Ruta Jacobea.
También en lo político crecieron las interrelaciones entre Borgoña y la corona de Castilla. El mismo San Hugo dará a su sobrina Constanza, hija del duque de Borgoña, como esposa a Alfonso VI. Las hijas de Alfonso VI, Urraca y Teresa, se desposarían a su vez con dos nobles del ducado, Raimundo de Borgoña y Enrique de Châlons, respectivamente. El mismo Alfonso VI promoverá la repoblación de los territorios conquistados a los musulmanes con ciudadanos de muy diversa procedencia, incluyendo Borgoña, tal y como reflejan las Crónicas de Sahagún en su capítulo XIII. Otro cluniacense, Dalmacio, será nombrado obispo de Compostela en 1094. Este afrancesamiento, en palabras de Francisco Singul, se postulaba como un intento de los reinos cristianos hispánicos de buscar un “contrapeso eclesiástico al poder temporal de la Santa Sede”.
En la conocida como Ruta de Vézelay numerosas localidades poseían hospitales o hermandades jacobeas.
Destaca como símbolo del patrimonio jacobeo la iglesia de Saint-Jacques d’Asquins, mencionada en su día por los célebres peregrinos Aymeric Picaud y Gerberga de Flandes.
También hay lugar para la presencia de esta región en la catedral compostelana. En efecto, en el Pórtico de la Gloria se evoca el pórtico de la Madeleine de Vézélay. Por otra parte, la Chanson Gui de Bourgogne describe en su relato parte de la leyenda carolingia, con España como escenario. Destaca en concreto un pasaje en el que Carlomagno se disfraza de peregrino para espiar una ciudad enemiga.
Borgoña aparece reflejada en el Liber Sancti Jacobi hasta en cuatro ocasiones: en la primera, habla de un milagro de Santiago atribuido al papa Calixto II, en referencia a un habitante de la región llamado Guiberto; en la segunda, se menciona a Borgoña en una enumeración de lugares conquistados por Carlomagno; en tercer lugar, se habla de un tal Sansón, duque de Borgoña, que habría muerto durante la emboscada de Roncesvalles; y en último término, narra el reencuentro de Carlomagno con los ejércitos borgoñones y menciona el mausoleo de Aliscamps. [SOB]
V. Calixto II / Cluny, Orden de / Francia / Raimundo de Borgoña