XacopediaSutri

Localidad de 6.500 habitantes (291 m) en la Vía Francígena, en la provincia de Viterbo, Italia. A 2.300 km de Santiago y a 50 de Roma. Esta pintoresca ciudadela medieval fortificada, erigida encima de un espolón de toba fusiforme, es la clásica aglomeración urbana que se formó a lo largo del camino. Por su privilegiado emplazamiento geográfico y por su posición de última etapa antes de Roma, la ciudad es mencionada como parada obligada para emperadores, obispos, monjes y figuras ilustres de la historia del cristianismo que se dirigían a la capital italiana. Por su importancia política fue elegida como sede del concilio de 1046, convocado por el emperador Enrique III y de otro, en 1056, celebrado por el papa Nicolás II. Según la leyenda, Sutri fue fundada por el mismísimo Saturno, padre de los dioses, de cuyo nombre etrusco, Sutrinas, parece derivar el topónimo de la ciudad. En efecto, en el escudo de la villa, aparece el dios a caballo, con un manojo de espigas en la mano, símbolo de la fecundidad y opulencia de la población.

La catedral está dedicada a la Asunción y tiene una primitiva estructura románica (cripta y campanario). No hay que perderse el Mitreo, situado en la salida del pueblo (lugar dedicado originariamente, en época romana, al culto del dios Mitra) con la iglesia de la Madonna del Parto, escavada en la toba, en la zona de un enterramiento etrusco-romano. Como testimonio del paso de peregrinos, en el interior se pueden admirar frescos del siglo XIV, que representan la leyenda de San Michele del Gargano (otro famoso santuario relacionado con las peregrinaciones que luego llevaban a Tierra Santa) y peregrinos caminando.

En el tramo de la vía Cassia desde Sutri hacia Roma, bajando por una senda a la izquierda del camino, se encuentra una cueva (muy probablemente una antigua tumba etrusca) donde, según la leyenda, habría nacido Roldán, el paladín. La tradición popular, a la que se unen los poemas épicos caballerescos franco-vénetos del siglo XII, refiere que Carlomagno tenía una hermana llamada Berta, que se enamoró de Milone, un valiente caudillo sin títulos nobiliarios. El rey, molesto por la situación, echó de la corte tanto a Berta como al caballero, quien, rechazado por todos los señores feudales que intentó servir, no tuvo más remedio que dirigirse a Roma para solicitar la intercesión del papa. Cuando llegaron a Sutri, Berta se puso de parto y dio a luz una hermosa criatura. Pocos días después el niño se cayó de los brazos de la madre y empezó a voltear colina abajo, mientras la mujer desesperada gritaba: “Ooh le petit rouland“. Este fue el origen del nombre del pequeño y también del valle, que todavía hoy sigue llamándose Rotoli.

El chico creció fuerte y sano, destacando entre los jovenes del lugar por su valentía, hasta que un día llegó a Sutri Carlomagno con su corte, camino a Roma. El joven Roldán, disfrazado de sirviente, se coló en el salón del banquete real y consiguió sustraer la copa en la que bebía el soberano. Este, más sorprendido que airado, desafió al pícaro mozo para que repitiese su travesura, cosa que hizo, pero unos dignitarios del rey reconocieron a la madre Berta, hermana del monarca, e intercedieron para que la familia se reuniera. Cuando se disponía a volver a Francia, Carlo Magno quiso llevarse consigo el sobrino, pero este insistió para que los acompañase su amigo Olivier, de Sutri, que luego sería nombrado junto a él paladín de Francia. Ambos murieron luchando contra los sarracenos en la batalla de Roncesvalles en 778. Muchas ciudades, especialmente francesas, presumen de ser el lugar de nacimiento de Roldán. La tradición de Sutri está refrendada por los anales del cronista medieval Andrea da Barberino. [CP]


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