Sacerdote, hospitalero, licenciado en Derecho, doctor en Teología, estudioso y promotor del Camino de Santiago (Sarria, Lugo 1929-Lugo 1989). Fue párroco de O Cebreiro, en la entrada del Camino Francés en Galicia, desde que se ordenó como sacerdote, en septiembre de 1957, hasta su muerte. Dedicó toda su vida a trabajar en el cuidado del Camino de Santiago y murió en el hospital de Calde, en Lugo, el 11 de diciembre de 1989, tras una penosa enfermedad.
Pionero destacado en el inicio de la promoción del Camino de Santiago, ya desde los años sesenta participa, con otras 37 personas vinculadas directamente al Camino, en el I Encuentro Jacobeo celebrado en Santiago de Compostela, en mayo de 1985. De allí sale con el nombramiento de comisario del Camino del Santiago, cargo que le enorgullece y que desempeña con absoluta eficacia. El citado encuentro fue una reunión de gran importancia, con una amplia representación de Galicia y con participantes procedentes de Logroño, Burgos, Madrid, Palencia, Ponferrada, Astorga y Vega de Valcarce, entre otros lugares. Los participantes observaban que se estaban acercando tiempos del revivir jacobeo, como un fenómeno sociocultural y económico de gran magnitud. La iniciativa arrancara del Centro de Estudios Jacobeos.
La atención a los peregrinos, con la creación de refugios y albergues, y la información a estos y a la sociedad fueron dos temas importantes tratados en la reunión, en la que se acuerda la creación de una tarjeta o carné del peregrino y la edición de un Boletín del Camino de Santiago, una publicación que, a lo largo de dos años, dirigió y editó el mismo Valiña Sampedro, con gran esfuerzo personal. En el Congreso Internacional del Camino de Santiago que se celebró dos años más tarde, del 23 al 26 de septiembre de 1987, en Jaca, este boletín se reconvierte en la revista Peregrino, que sigue editando la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.
Elías Valiña fue el promotor, impulsor, programador y coordinador del Congreso Internacional del Camino de Santiago de Jaca, que se celebró dos años antes de su muerte y que sirvió para reafirmar los valores de libertad, solidaridad y justicia que la Ruta Jacobea representaba, estableciendo acuerdos fundamentales para su futuro, como el tiempo demostraría. Entre los congresistas era patente el afán por los trabajos de identificación de los Caminos de Santiago sobre el territorio europeo, por la señalización de los puntos de interés y por desarrollar una acción coordinada de restauración del patrimonio monumental y natural situado en los entornos de las diversas rutas.
Precisamente, estos temas eran motivo de preocupación permanente del cura de O Cebreiro y él mismo, con sus propias manos y con la colaboración de otros voluntarios amantes del Camino, señalizó, desde los años ochenta, la ruta desde Roncesvalles a Santiago de Compostela con la flecha amarilla, ahora, señal internacionalmente conocida y reconocida.
La formación personal y la de los jóvenes era una obsesión para este hombre, que terminó los estudios de Derecho Canónico y que, en 1965, defiende en la Universidad Pontificia de Salamanca su tesis doctoral, El Camino de Santiago: estudio histórico-jurídico, publicada en 1990. Por este trabajo el Consejo Superior de Investigaciones Científicas le concede el Premio Antonio de Lebrija.
Entre sus estudios de investigación es obligado referirse a El inventario artístico de Lugo y su provincia, una obra que él coordinada y en la que participan otros investigadores, estudiando la etnografía y el patrimonio artístico y arquitectónico de la provincia. Son 2.674 páginas, distribuidas de modo desigual en seis volúmenes, con texto y con 929 láminas. Otra obra importante es el catálogo de los archivos parroquiales de la Diócesis de Lugo, galardonada en 1972 con el Premio José María Cuadrado y publicada por la Diputación Provincial de Lugo en 1991.
Una importante faceta de este cura estudioso e investigador fue la elaboración de guías del Camino de Santiago. Con texto, fotos y una buena cartografía se orientaba a los peregrinos para que siguieran el Camino, en las distintas etapas. Solo dos de estas guías se editaron antes de su muerte, la primera, titulada Camino a Compostela (1971) y la segunda, en 1985. Antes de este año, coincidiendo con el Jubileo de 1982, había intentado sacar a la luz la primera guía jacobea moderna, pero no lo logró. Sólo consiguió que el Gobierno central publicase una especie de revista con el trabajo, en el que colaboraron expertos de todo el Camino Francés. Se tituló Guía del peregrino. El Camino de Santiago.
Investigador, valedor de la Ruta, defensor de los intereses de las gentes que viven en los entornos del Camino, promotor y divulgador del espíritu y de la cultura jacobea, restaurador del poblado de O Cebreiro, de la hospedería y de la iglesia de Santa María, Elías Valiña fue un cura revolucionario al servicio de los humildes. [LC]