Évora
Localidad de 41.200 habitantes (247 m) en el enlace interior del Camino Portugués. A 738 km de Santiago de Compostela y a 100 de Lisboa. Sede del ayuntamiento y del distrito del Alto Alentejo. De fundación prerromana, fue durante el dominio romano cuando sus tierras se hicieron importantes al ser designada Liberalitas Júlia en tiempos del emperador Julio César. Por aquí pasaba una importante vía romana que conectaba Mérida y Olisipo (Lisboa).
En 1165, después de contiendas sucesivas entre moros y cristianos, fue conquistada por el ejército del rey Afonso Henriques, comandado por Geraldo (o Giraldo) sem Pavor, que mandó instalar en ella la sede de la Orden Militar de São Bento de Calatrava y le otorgó fueros. En 1384 asistió a la aclamación del rey João I, Maestro de Avis, como rey de Portugal, durante la regencia de Leonor Teles, viuda del rey Fernando, y en 1559, fue fundada su universidad.
Con un patrimonio histórico y monumental envidiable, el centro histórico de Évora fue declarado por la Unesco Patrimonio Mundial en 1986. De esa vasta herencia cabe destacar la sé de Évora, iglesia-fortaleza en estilo de la transición románico-gótica (ss. XII-XIII); el templo romano; las murallas denominadas “cerca romana y árabe” o Cerca Velha; las torres de la porta da Moura, de las Cinco Quinas, de las Alcácovas; el arco de Doña Isabel, y la Universidad de Évora, fundada por el cardenal Henrique e instituida por bula del papa Pablo IV. Durante dos siglos fue gestionada por la Compañía de Jesús que, junto con la Universidad de Coimbra, fue responsable de la formación de las elites sociales y culturales portuguesas de los siglos XVI, XVII y XVIII.
Situada en un punto clave y lugar de encuentro de diversas vías romanas y más tarde carreteras medievales, Évora vio pasar a muchos de los peregrinos históricos provenientes de territorio español, unos de Sevilla, de donde llegaban a través de Beja, como Jerónimo Münzer; otros de Badajoz, como Giovanni Bautista Confalonieri (1593) o Cosme III de Medicis (1668). Por aquí también pasa Edme de Saulieu, abad del monasterio francés de Claraval (1533). La mayoría sigue en dirección a Lisboa por Montemor-o-Novo, Vendas Novas y Aldeia Galega (Montijo), por donde se atraviesa el río Tajo en barco para Lisboa. A pesar del esplendor de otros tiempos del sector primario, hoy la ciudad está marcada por el sector terciario -principalmente por el turismo y por los servicios- por influencia de la gran cantidad de estudiantes de su universidad. [AR]