XacopediaBrígida de Suecia, Santa

Noble y mística sueca (1302/1303-1373). Peregrina a Santiago entre 1341 y 1343. Es, con la reina portuguesa Santa Isabel, la peregrina más famosa de la historia de las peregrinaciones a Compostela, a lo que ha contribuido, sin duda, su enorme popularidad en Suecia, donde es uno de sus símbolos culturales. Su gran religiosidad y una antigua tradición familiar la llevaron a Compostela. Al menos desde tiempos de su tatarabuelo paterno, existía la costumbre de peregrinar a esta ciudad, como habían hecho en 1321 su padre, Birger Petersson, y su madre, Ingeborg. Más tarde peregrinó a Roma y a Tierra Santa, entre otros lugares.

Brígida, cuya familia era noble y poseía una gran fortuna, fue camarera de la reina sueca antes de iniciar su intensa vida espiritual, que abre de forma definitiva con la peregrinación a Santiago. Realiza este viaje acompañada de su esposo Ulf Gudmarsson y de un amplio séquito de religiosos y seglares de ambos sexos, entre los que figura su confesor, el español Alfonso Fernández Pecha, místico como ella y fundador años más tarde de la orden ermitaña de San Jerónimo y obispo de Jaén (1360-1366). Se pusieron en camino en mayo de 1341 y regresaron a Suecia en marzo de 1343. En las Actas, la obra del proceso para su canonización, se destaca que el viaje a Compostela ocasionó grandes gastos y esfuerzos a la familia.

Vicente Almazán, principal estudioso de esta histórica y casi mítica peregrinación, señala que la condesa de Flavigny (1909) afirma que la comitiva viajó de Suecia hasta el puerto mediterráneo de Marsella, donde embarcaron hasta las costas gallegas. Sin embargo, Almazán matiza que no hay pruebas de ello y expone su propia teoría: “Sería más plausible pensar en un viaje de Marsella a Barcelona y luego que continuaran por tierra hasta Santiago”, ya que en el proceso de canonización de la santa se dice que visitaron muchos lugares de peregrinación españoles.

Vicente Almazán, que afirma que la estancia en Santiago causó un gran impacto en la vida de la santa, destaca entre sus acompañantes al monje cisterciense Svennung: “Mientras estaba en Compostela cayó enfermó y, en éxtasis, tuvo una visión y vio a Brígida como coronada por siete coronas y el sol se oscureció”. Según la visión, esto significaba que la santa llevaba con ella la estrella de la gracia de Dios y que el Reino sueco, gobernado por el rey Magnus, comenzaría a sufrir burla y desprecio. También le anunciaba a Svennung su curación.

Tras la de Svennung, otras visiones se sucedieron entre la comitiva en la misma Compostela, según se narra en las Actas de la vida de la santa. Es el caso de una mujer sueca que en la catedral vio un crucifijo que le habló diciéndole que volvería a ver aquella imagen y que allí se debería quedar, algo que sucedería tiempo después en su peregrinación a Roma. Esta visión también se le atribuye a la propia santa. En otras, se narran apariciones del apóstol Santiago por mediación de Brígida y una posterior de su propio marido muerto en la que le recuerda la peregrinación a Compostela, destacándola como una de las seis cosas más importantes de su vida.

Sobre el itinerario de vuelta a Suecia tampoco hay datos concretos. Se sabe que pasaron por la ciudad norteña francesa de Arras, donde Ulf comenzó a sentirse enfermo.

Al regreso de Compostela su marido empeoró de su enfermedad. Como penitencia, ambos esposos se retiraron a sendos monasterios, donde Ulf fallece en 1344. Brígida, que decide repartir la herencia familiar entre sus hijos y pobres se establece en el convento de Alvastra con la intención de permanecer en él para siempre. Sin embargo, decide peregrinar a Roma con motivo del Año Santo de 1350. Pese a la peste que asola Europa y a los efectos de la Guerra de los Cien Años, realiza el viaje y permanece en dicha ciudad entregada a la oración y en relación directa con las máximas autoridades eclesiásticas romanas hasta principios de 1372. En ese momento, con 70 años, emprende su última peregrinación, ya enferma, a Tierra Santa. Fallece poco después de regresar a Roma, en julio de 1373. Había visitado durante su vida otros santuarios repartidos por Suecia, Noruega, Alemania, Francia e Italia.

En 1412 sus restos fueron llevados desde Roma a Suecia en un arca de plata que pesaba 90 kilos. El cortejo fúnebre, uno de los más famosos de la historia europea, cruzó el continente de norte a sur por Padua, Viena y Danzig, donde embarcó hasta Suecia, siendo enterrada Brígida definitivamente en su querido monasterio de Vadstena. Allí reposaba su esposo y era la casa madre de la Orden del Santísimo Salvador por ella fundada. Con el tiempo, sus reliquias fueron repartidas por Europa.

Brígida concentró su obra literaria en las Revelaciones, con varias versiones latinas. En ella cuenta sus experiencias místicas y las peregrinaciones. Aporta un total de 700 visiones, que comenzó a tener a la edad de 7 años. Por esta obra está considerada la gran escritora nórdica medieval. Distintas experiencias de su vida están recogidas en las actas del proceso para su canonización. [MR]


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