XacopediaCastro, Américo

Filólogo e historiador perteneciente a la Generación del 14 o Novecentismo (Cantagallo 1885 - Lloret del Mar 1972). Fue un gran estudioso del culto al Apóstol y de la figura de Santiago matamoros como un instrumento de lucha del cristianismo contra el islamismo. En sus textos advirtió también de las reminiscencias al culto dioscúrico de Cástor y Pólux que encontró en la figura de Santiago. La principal obra en la que condensa estas teorías es España en su historia: cristianos, moros y judíos, publicada en 1948 y reeditada posteriormente en 1954 y en 1962 bajo el título de La realidad histórica de España.

Sus afirmaciones innovadoras sobre la creencia en el Apóstol y las consecuencias bélicas, políticas y culturales de ello suscitaron una gran polémica y fue criticado por otros pensadores de la época; destacando especialmente la lucha dialéctica que mantuvo con Sánchez Albornoz durante varios años. Fue acusado de pagano, de ser defensor del bando musulmán en la contienda medieval de la península y de pretender traspasar todo lo valioso de la existencia española a la cuenta semítica y, sobre todo, a la de los judíos. Así, tras la publicación de España en su historia en 1948, Castro se vio obligado a explicar y justificar sus procedimientos y sus conclusiones.

A pesar de la polémica, en la actualidad se concluye que su libro es un estudio sublime, ya clásico, que acomete la tarea de mostrar la España heterogénea de la Edad Media. Concretamente, a Santiago le dedica tres apartados en los que aborda la cuestión de la creencia de Santiago en Galicia, atracción internacional de Santiago y las órdenes militares.

Al analizar la leyenda de Santiago, Castro cree que su figura constituye una mezcla de varios elementos. Sostiene que las personalidades de Santiago el Mayor y Santiago el Menor fueron combinadas por confusión popular y con ello se creó un Santiago compuesto. A esta imagen ya deformada sospecha que se le añadieron elementos de los Dioscuros. Estos son dos héroes mitológicos de Grecia llamados Cástor y Pólux o Polideuco, personajes paganos que se habían caracterizado ya desde antiguo por el apoyo militar a sus fieles. Eran hijos de Zeus, el dios trueno; de igual forma, en el Evangelio (San Marcos 3, 17), Cristo se refiere a Santiago el Mayor y Santiago el Menor como los Boanerges, los hijos del Trueno. Así, Castro concluye que ya entonces existía una asociación de los santos con los Dioscuros. Además, cree que la identificación de estos mitos contribuyó a la creación de la figura de Santiago matamoros, un santo guerrero y combatiente ante los musulmanes de la península, que va a lomos de un caballo blanco, igual que los Dioscuros. Sánchez Albornoz fue un detractor de las teorías de Castro y polemizó con él en numerosos artículos, alegando principalmente la escasa difusión del culto dioscúrico en la península.

Con sus hipótesis trataba de demostrar también como los cristianos forjaron en torno al Apóstol un arma defensiva y ofensiva contra los musulmanes que, unidos bajo la figura de Mahoma, les amenazaban en una guerra santa. De acuerdo con esta tesis, Santiago habría sido el motor fundamental de la Reconquista. En este sentido, también con Sánchez Albornoz, discutió la idea de la españolidad como resultado de la convivencia durante siglos de las culturas cristiana, musulmana y judía, ya que Albornoz en sus textos destacaba la importancia de la aportación romano-cristiana.

Otras publicaciones y artículos de Américo Castro en los que aborda estas cuestiones son Santiago y los Dióscuros, de 1957; Las nuevas batallas de Santiago de las Españas, 1954, y Santiago de España, de 1958.

Otras de sus publicaciones son Santa Teresa de Jesús y otros ensayos, de 1929 y El pensamiento de Cervantes, de 1925. Además es autor de numerosos estudios de gramática histórica y de carácter critico-literario y de interesantísimos estudios históricos tales como Lo hispánico y el erasmismo, 1940-42; Iberoamérica: su presente y su pasado, 1941; la ya citada España en su historia: cristianos, moros y judíos, 1948 y Mesianismo, espiritualismo y actitud personal, 1947.

Américo Castro se licenció en Letras en Granada en el año 1904. Fue discípulo y luego colaborador de Menéndez Pidal y catedrático de Historia de la Lengua Castellana en la Universidad de Madrid. Además, ejerció de embajador de la República española en Berlín en 1931. Al estallar la Guerra Civil española, se marchó a Argentina y desde allí a los Estados Unidos, donde fue profesor en Princeton.

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sria - hace 6 años

Con sus hipótesis trataba de demostrar también como los cristianos forjaron en torno al Apóstol un arma defensiva y ofensiva contra los musulmanes que, unidos bajo la figura de Mahoma, les amenazaban http://www.camisetasdefutbols.com/ en una guerra santa. De acuerdo con esta tesis, Santiago habría sido el motor fundamental de la Reconquista. En este sentido, también con Sánchez Albornoz, discutió la idea de la españolidad como resultado de la convivencia durante siglos de las culturas cristiana, musulmana y judía, ya que Albornoz en sus textos destacaba la importancia de la aportación romano-cristiana.