Xacopediacontrarreforma

Movimiento surgido en el siglo XVI en la Iglesia católica como reacción a la Reforma protestante que triunfaba en distintas zonas de Europa. La Contrarreforma impondrá una serie de condiciones a la peregrinación compostelana y a su santuario que llevarán irremediablemente a una manera distinta de ver y enfocar la cuestión.

Con la intención inicial de analizar las críticas protestantes a los desmanes y falta de rigor espiritual de la Iglesia, el Concilio de Trento, celebrado a mediados del siglo XVI, acabará estableciendo una nueva forma de entender el hecho religioso que afectará al mundo jacobeo. El epicentro será España, donde se adoptarán las medidas más drásticas y polémicas relacionadas con la peregrinación, el patronato de Santiago, la tradición, etc. También Francia, país que se va a mantener en el ámbito católico y de obediencia a Roma, establecerá medidas restrictivas con la peregrinación.

Todo se pone en revisión, y en especial se cuestionan tradiciones tan arraigadas como la compostelana, que se fundamentan en escasas o nulas fuentes de prestigio -al entender de algunos-. Pese al deseo de la Iglesia compostelana de seguir fomentando las peregrinaciones -la dedicación del Hospital Real de Santiago a esta labor es un ejemplo-, lo cierto es que se consolida una imagen del peregrino como personaje en entredicho. Está en relación con la profunda desconfianza que se asienta en los sectores más tradicionales y poderosos, que temen cualquier influencia externa. Se teme la entrada en España, por esta vía, de personajes de dudosa reputación espiritual, influidos por las nuevas corrientes. En el contexto del nuevo rigor espiritual, se comienza a ver como indeseables a muchos de los caminantes que vagaban por estas rutas en busca de sustento. En esto hay una cierta proximidad a la postura crítica con las grandes peregrinaciones vertidas por los protestantes, que las consideraban innecesarias.

El resultado de lo dicho es que se toman distintas medidas restrictivas contra los peregrinos, sobre todo en tiempos de Felipe II, momento en el que la peregrinación goza todavía de notable vigor. Frente a esto, se refuerza el papel de las parroquias y surgen, para quedarse, las pequeñas peregrinaciones a los santuarios locales. El concepto de peregrinación comienza a ser sustituido por el de romería. Se busca una mayor proximidad de las devociones al ámbito local, a lo cotidiano. Se observa una cierta especialización de los santos intercesores, lo que supone que Santiago, apóstol universal en todos los órdenes, pierda vigor y peso también en este ámbito. Surgen peregrinaciones especializadas, como las propiciadas por órdenes religiosas nacidas con la Contrarreforma -es el caso de la compañía de Jesús-, y un gran número de iglesias locales, controladas directamente por los sacerdotes que satisfacen y dirigen las ansias religiosas de las gentes más humildes.

Si a lo anterior unimos que la Contrarreforma mantiene el poder intercesor de las reliquias, pero buscando su depuración, al reclamar su autenticidad -su fundamento histórico-, es obvio que el papel de Santiago no era el más grato. También en este aspecto estaban en entredicho las reliquias del Apóstol, sobre cuya localización ni la propia Iglesia compostelana sabía responder.

Por todo ello, el mismísimo Papado llega a considerar la tradición compostelana de ámbito local, al no pasar el filtro de sus estudiosos más documentados y rigurosos, entre ellos el poderoso y respetado cardenal Baronio.

No sorprende que se llegue a cuestionar desde la propia España el patronato de Santiago. Se ofrece como principal alternativa a Santa Teresa, figura de fuerte carga espiritual que encaja mejor con los nuevos y severos ideales y resulta un valor más seguro a la hora de evitar las críticas protestantes que recibía el apóstol Santiago.

La reacción de la Iglesia compostelana ante este cúmulo de cosas será la más lógica en ese momento: comenzará a situar en segundo plano de forma definitiva el valor de las peregrinaciones desde el exterior -fundamentalmente desde el extranjero- y procura modelar su papel como gran santuario español mediante un programa de renovación monumental y artística que aprovecha sobre todo los fondos del Voto de Santiago.

Para ello será necesario luchar sin descanso en el mantenimiento del patronato español del Apóstol, que finalmente se logrará gracias a una cierta relajación de las medidas iniciales de reacción contra los protestantes y a la poderosa influencia de los caballeros de la Orden de Santiago, entre otros sectores tradicionales. [MR]

V. Barroco


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