Piamonte, Vía del
A mediados del siglo XII, la guía del Códice Calixtino sólo menciona un itinerario por el sur de Francia: el Camino de Arles o Vía Tolosana, que se dirige de Montpellier a Saint-Guilhem-le-Désert y prosigue a Toulouse por la abadía de Saint-Thibéry, entre Montpellier y Narbona. De este modo define una variante que los peregrinos empleaban, aprovechando la vía Domicia, y que al enlazar con el valle del Aude, a través de Carcasona, sería mucho más cómoda y rápida que la ruta por el Alto Languedoc, que pudo ser un refugio temporal para evitar el territorio dominado por los albigenses.
Sin embargo, dicha guía medieval no detalla la traza de este supuesto camino, coincidente en gran medida con la Vía Aquitana (de Narbo Martius [Narbona], a Burdigala [Burdeos], que comunica el Mediterráneo y el Atlántico); este hecho ha condenado la ruta al ostracismo, por lo que en el presente no forma parte de los itinerarios reconocidos por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad, y ni siquiera ha sido señalizada en sus trayectos iniciales, de suerte que las guías actuales fijan su partida en la ciudad episcopal de Narbona. La literatura odepórica posterior al Calixtino hace justicia al itinerario, que fue seguido por varios viajeros, desde Luis VII hasta Künig von Vach o Jean de Tournai, entre los siglos XII y XV, con tránsito por Béziers y Carcasona. Con posterioridad, en la Edad Moderna será frecuente el paso de peregrinos por Béziers, Narbona y Perpignan (Rosellón), para enlazar luego con alguno de los caminos catalanes a través de Le Perthus y Girona.
Entre Montpellier y Narbona, muy cerca de la Vía Domicia, el principal centro devocional y de acogida era el monasterio de Saint-Thibéry, adonde se accede por un puente medieval. Una variante mucho más difusa abandonaría antes de Montpellier la Vía de Arles, para continuar hasta el puerto medieval fortificado de Aigües-Mortes, lugar frecuente para el desembarco de peregrinos, y seguir la línea de la costa junto a la catedral románica de Maguelone, de donde fue trasladada la sede a Montpellier, y por las barras dunares hasta Sète y la ciudad medieval de Agde, donde se cruza el Hérault, remontando el valle del Orb hasta Béziers. Desde la ciudad de San Nazario era posible dirigirse directamente a Carcasona, ahorrando un buen trecho, o hacerlo primero a Narbona, donde era venerado el evangelizador San Pablo Sergio.
El valle del Aude, en el presente recorrido por el Canal du Midí, excelente ruta para caminantes y ciclistas, facilita el acceso a Carcasona. Poco después de partir de la ciudad se localizan las señales del GR-78, que se dirigen hacia las montañas por Montréal, Fanjeaux, Mirepoix y, por el Prepirineo de la montaña de Plantaurel, a Pamiers, adquiriendo la razón de ser el nombre del “pie del monte” al discurrir, ya por la base de la cordillera pirenaica, pasando por Saint-Lizier y Saint-Girons, en el país de Couserans. Tras el Portet d’Aspet prosigue por Saint-Bertrand-de-Comminges y Saint-Just-de-Valcabrère, y más adelante por el que fue condado de la Bigorre, a través de Bagneres-de-Bigorre, Lourdes y el monasterio de Saint-Pé-de-Bigorre, en cuya puerta podía leerse: “He aquí la casa del Señor, la vía del cielo, esperanza del peregrino”, accediendo al Béarn por el santuario de Bétharram. A partir de aquí, aparecen Vía Mifaguet, con su encomienda de Santa Cristina de Somport, y Arudy, donde es posible enlazar con el Camino de Arles en Oloron-Sainte-Marie, ascendiendo el valle del Aspe hasta el puerto de Somport.
La segunda opción, de recorrido bastante más corto, es la que continúa al pie de la cordillera por L’Hôpital-Saint-Blaise, importante centro medieval de acogida, y Mauléon-Licharre, capital de la provincia vasca de La Soule, confluyendo en la Baja Navarra a través de Ostabat (s. XII) o Saint-Jean-le-Vieux (actualmente) con el camino que reúne las tres vías históricas de Occidente y se dirige a Saint-Jean-Pied-de-Port y Roncesvalles.
Varios ramales enlazan la Vía Tolosana y la del Piamonte, así la que va de Saint-Gervais-sur-Mare a Narbona por la abadía de Fontcaude, sede de una cofradía jacobea; el GR- 86, que desde Pibrac, a la salida de Toulouse, se dirige a Saint-Bertrand-de-Comminges; o el GR-101, de Maubourguet a Lourdes. El Chemin du Piémont Pyrénéen tiene un gran futuro; a partir de Lourdes en los últimos años se ha convertido en un recurrente inicio para muchos peregrinos compostelanos. [AP]