Santo André de TeixidoPopularísimo santuario dedicado al apóstol San Andrés -Santo André, en gallego- en la costa norte de la provincia de A Coruña, frente al océano Atlántico. La peregrinación a este lugar en honor al primer apóstol de Cristo, que recibía culto en Galicia ya en siglo VI, está considerada como el contrapunto gallego a la que tiene como destino Santiago de Compostela. El templo, situado en la parroquia de A Régoa, en el municipio de Cedeira, se abre a la vista de los peregrinos casi colgado sobre las aguas del mar, a unos 140 m de altura, entre los agrestes acantilados mediante los que la impresionante sierra de A Capelada muere en el Atlántico.
La de San Andrés es la gran romería tradicional de los gallegos, en tanto que la compostelana es la gran peregrinación gallega para los europeos. Así lo sostiene, por ejemplo, el teólogo lucense Xosé Chao Rego, que considera el santuario de Teixido la meta espiritual de las gentes gallegas, con un marcado sentido espontáneo y popular, frente a la compostelana, inducida pastoralmente. La espontaneidad y sencillez de esta peregrinación lo evidencia la modestia casi espartana del santuario -siglos XVI y XVIII-, pese a ser el destino de la única romería propia de Galicia y para todos los gallegos, y la pervivencia de determinados ritos de evidente origen arcaico y pagano, aspectos ambos impensables en otros espacios de culto, como la propia meta compostelana, donde la jerarquía eclesiástica ha mantenido una presencia y protagonismo continuados.
En cualquier caso, no estamos ante escenarios enfrentados. La relación entre los santuarios de San Andrés y Santiago ha sido motivo de análisis. Hay pruebas de la existencia de un cierto flujo peregrinatorio entre ambos, no solo de devotos gallegos, sino también de algún extranjero. Seguían rutas coincidentes en algunos puntos, ya fuera pasando primero por Santo André o haciéndolo antes por Santiago. Se trata, además, del único gran santuario gallego que, con el compostelano, aparece consagrado a un apóstol. Tampoco se debe olvidar que Santiago y su hermano San Juan Evangelista, junto con los también hermanos Pedro y Andrés -aunque este en menor medida- formaban el grupo de apóstoles predilectos de Jesús. Y no acaban aquí las posibles relaciones o interferencias.
Sin duda, uno de los dichos populares con más tradición en Galicia es el que señala que a San Andrés de Teixido va de muerto quien no fue de vivo, lo que habla de la relevancia de esta peregrinación para los gallegos. El origen de esta leyenda tiene también implicaciones jacobeas. San Andrés se sentía muy triste porque su aislado templo, al contrario del de Santiago, no era visitado por casi nadie. Al conocer el origen de su situación, Dios y su hermano San Pedro le prometieron que nadie podría entrar en el Cielo sin visitar antes su santuario, ya fuera en vida o después de muerto. Pues bien, en Portugal, quizás por influencia de los gallegos instalados en ese país, este dicho funciona en clave compostelana: “A Santiago va de muerto, quien no fue de vivo”. Pero también era popular en Italia en este mismo sentido, como recuerda el peregrino Nicola Albani (1743), y no es posible hablar en este caso de ninguna influencia.
Dicho lo anterior, es necesario dejar constancia de que la leyenda de San Andrés de Teixido es casi idéntica, cambiando de escenario y personajes, a los dos momentos más citados por la tradición referida a la predicación de Santiago en España, cuando este, desanimado en su camino evangelizador, recibe la visita milagrosa de la Virgen en Muxía (A Coruña), donde surgirá el santuario de A Nosa Señora da Barca, y en Zaragoza, dando lugar a la devoción de la Virgen del Pilar.
Hay vestigios en Teixido de prácticas religiosas prehistóricas, que evidencian su origen pagano. Es difícil precisar el momento de la transformación del lugar en santuario cristiano. Hay quien defiende que ya en siglo XII estaría bajo la advocación de San Andrés, gestionado por la Orden de San Juan de Jerusalén, también vinculada a la peregrinación compostelana. Las pruebas documentales más antiguas de la peregrinación son de 1391.
Teixido pasó por diversas etapas de decadencia. Actualmente el santuario y la pequeña aldea a la que dio lugar viven una etapa de vitalidad, en la que el tradicional fervor religioso popular se mezcla con la presencia de mitómanos, visionarios de todo tipo y una afluencia turística muy considerable, principalmente de origen gallego. Alcanza su momento culminante en la gran romería de cada 8 de septiembre. [MR]