Cabanas
Capital municipal de 950 habitantes (70 m) en el Camino Inglés en la provincia de A Coruña, Galicia. A 91 km de Santiago de Compostela. La Ruta Jacobea cruza por las parroquias de San Martiño de Porto y Santo André de Cabanas, procedente de Ferrol.
La entrada en el municipio de Cabanas se produce a la altura de Vilar do Colo. Llega a la parroquia de San Martiño de Porto por Pena de Picoi, O Val y alcanza los molinos de Batán. Desde allí hay que dirigirse a la iglesia de San Martiño de Porto, mandada levantar en 1778 por el arzobispo compostelano Bartolomé Rajoy y Losada, nacido en la vecina localidad de Pontedeume. La iglesia presenta planta rectangular y en su frontón aparece, esculpida en piedra, la escena en la que la figura ecuestre de San Martín rasga su capa de soldado para compartirla con un pobre, lo que es una metáfora del espíritu de solidaridad y de la hospitalidad que caracterizan a los caminos de peregrinación a Santiago de Compostela. Esta escena, aunque en una representación más majestuosa, se repite también en el monasterio de San Martiño Pinario, situado frente a la puerta del Paraíso, por la que los peregrinos del Camino Inglés entran en la catedral compostelana. La sustitución de la vieja fachada románica de la catedral compostelana por la actual fue realizada también en el episcopado del propio Bartolomé Rajoy y Losada, como lo acredita la presencia de su escudo esculpido sobre la puerta de la derecha -sobre la de la izquierda aparece el escudo del Cabildo compostelano-. Tanto el Cabildo como el mismo Rajoy consideraron esta obra “precisa y necesaria” porque servía para entrar en la catedral el arzobispo y los peregrinos, y era utilizada también en los actos protocolarios.
En el capítulo VIII del libro V del Códice Calixtino, titulado De los cuerpos de los santos que descansan en el Camino de Santiago y que deben ser visitados por los peregrinos, se cita el de San Martín en Tours, en “una ingente y venerable iglesia, semejante a la de Santiago, a la que van los enfermos y se curan […] y a toda petición se presta conveniente y radical ayuda”. Además, según el propio Liber Sancti Iacobi, San Martín es uno de los cuatro santos cuyos cuerpos “por nadie pueden ser movidos de sus sarcófagos”; los otros tres son Santiago el de Zebedeo, San Leonardo de Limoges y San Gil, todos ellos enterrados en ciudades por las que pasa el Camino de Santiago.
El Camino Inglés entra a continuación en la parroquia de Santo André de Cabanas. Por el municipio de Cabanas pasa también el camino de peregrinación que lleva a Santo André de Teixido, como bien sabe Otero Pedrayo, que realizó este viaje en compañía de Vicente Risco y Ben-Cho-Sei y luego recogió su experiencia en un libro titulado Pelerinaxes. Una leyenda habla de que San Andrés, viendo que los romeros sólo se dirigían al santuario compostelano, pidió a aquel que también lo hicieran al suyo, por lo que Dios le prometió que irían allí en peregrinación muchos romeros durante su vida y que el que no fuera en vida lo haría después de muerto, de ahí el dicho de que “a Santo André de Teixido vai de morto o que non foi de vivo” -a San Andrés de Teixido va de muerto el que no fue de vivo-. La leyenda de la barca en la que naufragó San Andrés en Teixido y la peña que representa la nave, tienen relación con la leyenda jacobea de Muxía que se refiere a la barca en la que la Virgen fue a ver a Santiago para darle ánimos y con la piedra de Abalar.
El peregrino debe seguir su camino hasta el lugar de O Areal, que atraviesa por un paseo junto al pinar que da acceso a la hermosa y grandísima playa de A Magdalena. En este pinar de la playa se celebra el día 21 de cada mes una feria -“a feira do vinte e un”- que en otras épocas de mayor esplendor tenía una gran actividad en la venta de ganado vacuno, porcino, ovino y caballar. Hoy, aunque algunos ganaderos acuden a ella y también agricultores con sus productos, registra una menor actividad comercial, pero no faltan los puestos de mercadillo y la pulpería que, sobre todo en los meses de verano, gozan de visitantes fieles.
Desde A Magdalena puede verse, en la otra orilla de la ría, junto al puente de hierro que une por ferrocarril las localidades de Pontedeume y Cabanas, la playa vecina de Zopazos, que acoge en una de sus peñas -Pena do Soldado- una imagen pétrea de la Virgen del Carmen que despide y recibe a los marineros cuando van o vienen de pescar, y también a los peregrinos que pasan por allí.
El municipio de Cabanas se abandona por el paseo marítimo, que en su día acogió la denominada popularmente playa del Tambre, aunque este nombre nunca llegó a ser oficial, y concluye en el puente de Pontedeume, mandado construir por Fernán Pérez de Andrade y que en sus orígenes tuvo 68 arcos y acogió una capilla y un hospital de peregrinos.
Además de este hospital, parece que existía en O Areal de Cabanas, al menos desde 1530, otro dedicado a la Magdalena que pudo servir de acogida a los peregrinos. En un testamento otorgado el 29 de junio de ese año por “Alonso de Noguerido vecino é rexidor que fué desta villa dela Puentedeume”, se dice: “Ytem mando den una comida a los Lazerados de la dha Madalena de dha villa, y mas pongan una sabana delgada en el Altar maior de la Yglesia de la dha Madalena”. Este establecimiento, que regentaban los frailes agustinos de Pontedeume, aparece también en el Libro Registrador de Propiedades del Concejo de Pontedeume: “Tienen a su cuidado la Capilla de la Magdalena, y hospital de emfermos de elefancia, en que an thenido y tienen especialísima vigilancia pues en el año 1724 hicieron de nuevo la Capilla, como consta de la licencia que obtuvieron del ordinario diocesano para bendecirla y que pagaron otras obras piadosas como consta de un legaxo de Papeles que se halla en este Archibo”.
En el Catastro del Marqués de la Ensenada, de 1751, se dice que “ay otro hospital de que es Patrono esta villa [se refiere a Pontedeume], pero se halla situado fuera deste casco poco más de un quarto de legua al cavo del puente de ella [en O Areal], con la advocación de Santa María Magdalena [...]; tiene su hermita donde se dize misa y su renta será anualmente de Ducientos rreales de que cuida y administra la villa sacándola al pregón para el arrendamiento”.
En el citado capítulo VIII del libro V del Códice Calixtino, se dice que “en el Camino que por San Leonardo de Limoges va a Santiago, se ha de venerar justamente por los peregrinos el dignísimo cuerpo de Santa María Magdalena”. En la entrada del puente que conduce al municipio de Pontedeume puede verse, al frente, la propia villa cobijada por el monte Breamo; a la izquierda, el castillo mandado levantar por Fernán Pérez de Andrade sobre la Pena Leboreria y el estuario del río Eume que recibe a su último afluente, el Covés; y a la derecha, la ría de Ares; atrás queda ya Cabanas. [JS]