Localidad de 2.850 habitantes (816 m) en el Camino Francés a su paso por la provincia de León, Castilla y León. A 363 km de Santiago. La primera gran urbe del Camino en León tiene una notable relevancia jacobea pese a que perdió parte de su esplendor pasado. Además de ser un punto destacado del Camino Francés, es la localidad que hace de enlace entre este y el Camino de Madrid. Llamada originalmente villa de San Facundo, su nacimiento se vincula a la aparición en el siglo IX en una zona del río Cea, de las reliquias de los Facundo y Primitivo, que habían sido martirizados en el año 180 y cuya visita recomienda el Codex Calixtinus (s. XII). En ese lugar se fundó el monasterio dedicado a Sant Facund que, por derivación, se convirtió en Sahagún y que sería el origen del monasterio de San Benito.
En el ámbito jacobeo su importancia es vital, y su presencia es frecuente en el Codex Calixtinus. Aymeric Picaud hace referencia a este paraje, al que señala como un punto de descanso entre las jornadas que faltan hasta arribar a Santiago de Compostela: “La séptima de Frómista a Sahagún. La octava desde Sahagún hasta la ciudad de León”. Además la significa cuando dice: “Viene luego Sanctus Facundus, pródigo en todo tipo de bienes, donde se encuentra el prado donde se dice, que antaño reverdecieron las astas fulgurantes que los guerreros victoriosos habían hincado en tierra para gloria del Señor”. Se refiere Picaud a la legendaria batalla entre el rey moro Aigolando y el emperador Carlomagno que, supuestamente, se desarrolló junto al primitivo puente Canto, construido por Alfonso VI en 1085 y reedificado en numerosas ocasiones hasta dejarnos su imagen actual. Según Luis Carandell, después de este conflicto vinieron mujeres de todos los rincones del imperio para rehabilitar la gloria de Carlomagno. Es una de las leyendas del Camino, convertido en una vía por la que se propagaban y arraigaban las leyendas que han perdurado en el tiempo y continuado vivas en los peregrinos.
Otros devotos jacobeos ilustres mencionaron también esta localidad en sus diarios con gran veneración como Domenico Laffi: “Anduvimos por la ciudad, curiosos de verla. Hay en ella, entre otros, dos conventos especialmente ricos y hermosos: el de San Benito y el de los descalzos de San Francisco [...]”.
Refundado en el siglo XI por Alfonso VI -quien hizo venir desde Francia a los monjes cluniacenses-, su importancia y riquezas llegaron a ser de tal nivel que en el siglo XI contaba, según el historiador Lacambra, con “setenta camas para recibir a los romeros”, y en el XVIII la iglesia gastaba entre 1.300 y 2.000 fanegas de harina para hacer el pan con el que obsequiaban a los que pasaban rumbo a Santiago. Tal fue la relevancia de este complejo que Sahagún se convirtió en el gran centro de la influencia cluniacense en España, con jurisdicción sobre casi un centenar de monasterios, conventos e iglesias desde el Cantábrico hasta Segovia.
La exclaustración fue especialmente virulenta con este imponente conjunto monumental, que quedó arrasado. En la actualidad no quedan sino escasos vestigios de la parte oriental del templo y algunos restos de las dependencias monásticas.
La iglesia del convento de San Francisco o de la Peregrina es lo que queda del gran monasterio de franciscanos conventuales fundado en el siglo XIII por Alfonso X y cuyo altar mayor estaba presidido por la figura de la Divina Peregrina, Nuestra Señora del Refugio (s. XVII). La advocación mariana de esta Virgen hace referencia al atuendo de peregrina que viste, con su esclavina, vieiras, calabaza y bordón. La devoción fue tal que en 1758 fue nombrada patrona de la villa. Actualmente la talla está en el museo de las madres benedictinas.
La localidad cuenta con numerosas iglesias, como las realizadas en ladrillo de San Tirso y San Lorenzo -auténticas joyas del arte románico mudéjar- o la de San Juan, dedicada al santo patrón de Sahagún y hermano del apóstol Santiago, que también contó con un templo derribado ya en el siglo XIII y del que nada se conserva. En cuanto a San Tirso, que ya exitía a principios del siglo XII y es sin duda el gran monumento actual de Sahagún, cuenta con una cabeza de tres ábsides y, como San Lorenzo, con una elevada y airosa torre con tres niveles de ventanas.
Por su parte, la iglesia de la Trinidad, construida en esa misma centuria, se convirtió en 1993 en un complejo en el que se ubican la oficina de turismo, el centro cultural y un albergue para peregrinos.
Sahagún posee actualmente tres lugares de acogida: el de Cluny -municipal y situado en la iglesia de la Trinidad-, el de las Madres Benedictinas -ubicado en el mismo convento- y un tercer albergue privado.
La pujanza del Camino de Santiago está revitalizando esta localidad, que en el año 2002 instauró un Encuentro de Juglares en homenaje a la primera escuela de juglares de España, creada aquí en 1116 al calor de la dinámica generada por la Ruta. Además está en marcha (2009) un Centro de Documentación del Camino de Santiago en dependencias del convento de La Peregrina. [TRI]