Situada cerca de la Prolongación Jacobea a Fisterra, en el municipio coruñés de Vimianzo y próxima al santuario de A Nosa Señora da Barca se encuentra esta parroquia acunada por la bella ría de Camariñas en Galicia. Aquí se conserva una representación de la translatio sobre la puerta sur, que está considerada como la más antigua representación de esta que se conserva en la iconografía románica peninsular. La iglesia de Santiago de Cereixo, una sencilla construcción románica (s. XII), todavía guarda su estructura original: desde los canecillos y el ábside con bóveda de cañón, capiteles vegetales y sobre todo las dos puertas decoradas con arcos de medio punto. La representación de la translatio en el tímpano de la puerta sur añade una singularidad dentro del arte románico y la iconografía jacobea, ya que solo podemos encontrarla en otros tres lugares: en dos capiteles de la colegiata de Tudela, en el transepto norte de la catedral de Lérida y en una moneda de Fernando II aparecida en San Vicente do Grove, Galicia. En la moneda aparecen únicamente dos discípulos de Santiago, Teodoro y Atanasio, los que velaron el cuerpo del Apóstol hasta que le dieron tierra, según el Códex Calixtinus.
Las distintas versiones medievales del texto de la translatio, una vez purgadas algunas aberraciones, fueron resumidas en una propuesta final, desde entonces la asumida por la iglesia compostelana, incluyéndola definitivamente en el famoso Codex Calixtinus. Los relatos posteriores, inspirados todos en el Codex, no hacen más que introducir algunas licencias literarias -caso de la Leyenda dorada de Iacoppo de Verazze, o de Jean de Béleth-.
La representación de Cereixo, a pesar de la rudeza y sencillez de la labra y las dificultades inherentes de una composición tan compleja en la estructura semicircular de un tímpano, emociona por su sencillez: siete varones, los supuestos siete discípulos de Santiago -Tesifonte, Torcuato, Segundo, Indalecio, Cirilo, Hesiquio y Eufrasio- rodean el cuerpo apostólico, inmersos todos en la barca de piedra mientras unos breves trazos ondulados sugieren la línea del mar. En las arquivoltas asoma la figura de un religioso con mitra y báculo y sobre él se manifiesta un ángel turiferario en posición horizontal. El profesor Ramón Ferrín, que ha estudiado en profundidad el tímpano y su significado, afirma que estos dos personajes no tienen en absoluto una vinculación directa con el episodio de la translación, pero sí podrían tener relación con el hallazgo del sepulcro por parte del obispo de Iria, Teodomiro -inventio-, ya que ambos -ángel y obispo- aparecen reflejados en la miniatura del Tumbo A, de Santiago que da vida a ese pasaje. La composición es similar al tímpano sur del monasterio de Moraime, donde la distribución de los apóstoles en la última cena es muy semejante. Tal vez ambos espacios fueron trabajados por el taller de un mismo maestro que, desde luego, se distinguió por su originalidad.
Cereixo viene a representar la confirmación de la translatio como pilar jacobeo ya en el siglo XII, cuestión que apoya sin ambages el Codex Calixtinus y que deriva de una manifestación todavía más temprana, la Epístola de translatione Sancti Jacobi, atribuida a un Papa León entre los siglos IX y X. Pero el tímpano de Cereixo viene a remarcar también la vinculación de la comarca de Fisterra con la tradición jacobea y, singularmente con la translatio, la traslación de los restos del Apóstol desde Palestina hasta Galicia, tradición y leyenda ya reflejada en los sucesos acaecidos en Duio [Dugium], a las puertas de Fisterra, a los discípulos apostólicos que buscaban al Régulo, o posible legado romano, para obtener su permiso de dar tierra al Apóstol en las posesiones de la reina Lupa.
Santiago de Cereixo contiene también otras interesantes muestras iconográficas jacobeas. Es el caso de un Santiago peregrino con todos sus atributos -finales del siglo XVIII- y con una bella policromía de motivos florales. [JAR]
V. Duio / translatio