Creada en 1950 en París (Francia), esta entidad de promoción de las peregrinaciones y el Camino de Santiago es la más antigua del mundo y, como resume Adeline Rucquoi, “la primera que reinventó la credencial del peregrino en el siglo XX, la primera cuyos socios rodaron un documental sobre lo Camino /.../”. En fin, la primera entidad del mundo que creyó en la Ruta Jacobea y en su vuelta a la vida cuando todo indicaba que había muerto para siempre y que, como mucho, podía renacer a un cierto nivel la peregrinación extranjera a través de los medios convencionales de transporte. Cuenta con socios de toda Francia y de países como Estados Unidos y España. Una parte importante del actual interés jacobeo europeo se debe a esta entidad.
La fundación se hizo coincidir con la conmemoración de los mil años de la peregrinación del obispo de Le Puy, Gotescalco (950), primer caminante a Santiago documentado. Los impulsores fueron un grupo de historiadores y archiveros entre los que figuraban varios de los expertos jacobeos franceses más activos, como René de La Coste Messelière, gran impulsor y presidente de la sociedad, Jean Babelon, Jeanne Vielliard, George Gaillard y Louis Bourdon.
Como recuerda Adeline Rucquoi, pretendían estudiar las peregrinaciones, “volver a descubrir el trazado de los caminos, en particular en Francia, individualizar capillas e iglesias o esculturas dedicadas a Santiago, puentes o hospitales para peregrinos, emblemas de peregrinación y cofradías de peregrinos”. La finalidad era reconocer y señalizar los caminos jacobeos, algo que comenzó a hacerse realidad en Francia a partir de 1970 con la colaboración de la Federación Francesa de Senderistas.
René de la Coste, pionero entre los peregrinos del siglo XX, fallecido en 1996, salió el mismo año de 1950 desde Paris, a caballo con otros jinetes franceses, y alcanzó Compostela siguiendo rutas casi completamente olvidadas. El abad Henry Brantomme que los acompañaba, plasmó en imágenes esta peregrinación, y en 1951 presentó la película Chemins de Compostelle [Caminos de Compostela], testimonio único del estado del Camino Francés en la época. Es el primer filme de la historia con el Camino como protagonista, al margen de aislados ejemplos españoles de esos mismos años.
La Société fue la creadora de la primera credencial del peregrino moderna para evitar que los pioneros caminantes franceses llegados a España fuesen confundidos con vagabundos y detenidos. Era una especie de carta de recomendación que encomendaba su protección a las autoridades civiles y eclesiásticas. Rucquoi comenta que el primer año (1958) la pidieron diez personas y que desde 1965 se le incorporaron dos hojas para la colocación de sellos.
También organizó congresos, encuentros y exposiciones diversas desde su fundación, las primeras de Europa. Sobresalieron el congreso y la exposición internacional organizados en París en el Año Santo compostelano de 1965, inaugurada por el entonces popular ministro de Cultura francés, André Malraux. También publica libros y fomenta las relaciones francesas con Santiago organizando cada tres años el Día de Francia en Compostela, que se celebra el 25 de agosto. Participan asociaciones de amigos del Camino del país galo.
Organizó peregrinaciones terrestres y marítimas desde los años cincuenta y es la responsable del mantenimiento de la capilla del Salvador, también conocida como del Rey de Francia, en recuerdo de los monarcas galos que la favorecieron. Espacio dedicado históricamente a la atención de peregrinos, se restauró esta capilla gracias la colaboración de la Société.
En 1994 la entidad promovió la refundación de la Cofrérie Saint Jacques -coincidiendo con el bicentenario de la supresión de esta histórica cofradía por la tormenta revolucionaria del siglo XVIII- con la que colabora activamente. A principios de los años noventa, el Gobierno francés pidió la colaboración de la sociedad en el proyecto para declarar los itinerarios del Camino de Santiago en Francia como Bien Patrimonio de la Humanidad (UNESCO), como ya lo era el Camino Francés en España desde 1993, solicitándole su inventario. Lo hizo en colaboración con sociedades regionales asociadas como las de Poitou-Charantes, Nantes-Bretaña, Borgoña, Limousin, Auvernia-Borgoña, Ródano-Alpes, Midi-Pyrénées, Languedoc-Rosellón, etc.
La sociedad, con la intención de especializarse más en la investigación, promovió en 1985 el Centre d’Etudes, de Recherches et d’Histoire Composte-llanes, que se unió en esta labor a la revista Compostelle, editada desde 1958 como su órgano de difusión. Para compensar la especialización de la revista, convertida en un producto de referencia en el mundo jacobeo de la investigación, la entidad creó el boletín L’Écho des Chemins de Saint-Jacques, de edición anual.
La Société Française des Amis de Saint Jacques de Compostelle continúa en la misma sede de su fundación, en 4, Square du Pont de Sèvres, 92100, Boulogne-sur-Seine. Está en posesión del Premio Elías Valiña (2000) y fue escogida en 2004 para representar a las asociaciones extranjeras en la entrega del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, concedido ese año al Camino de Santiago. [CP/MR]
V. Centre d’Etudes, de Recherches et d’Histoire Compostellanes