Médico, monje cartujo y peregrino de origen inglés, perteneciente a la alta sociedad (1490-1549). Es autor de la primera gran guía de viajeros de Europa, que fue publicada en inglés en el año 1542 bajo el nombre de: The Fyrst Boke of Knowledge. Su relato ofrece una singularidad que lo hace especialmente apreciable: analiza las leyendas españolas sobre la tumba del Apóstol en un tiempo en el que la postura convencional era no mostrarse crítico con las tradiciones.
Boorde estuvo dos veces en Santiago. La primera en el año 1532. El relato de este viaje se narra en el capítulo XXXII de su obra. Sobre el Reino de Navarra, critica sus gentes y paisaje. Pero sin duda, lo más destacado de este pasaje es la exposición del afamado milagro del gallo y la gallina. Según la explicación que Boorde recogió de las gentes de la localidad, un joven fue engañado por una ramera que le metió una pieza de plata en su mochila de viaje y envió oficiales para que lo persiguieran. Lo detuvieron y ahorcaron injustamente. Sus padres prosiguieron su peregrinación y de vuelta a casa pararon por el patíbulo en el que aún se encontraba colgado para orar por su alma. Cuando llegaron al lugar el joven dijo: “No estoy muerto; Dios y su servidor Santiago me conservaron aquí con vida. Id, por tanto, al juez de la ciudad y rogadle que venga aquí y me descuelgue”. La familia fue a buscar al juez, que se encontraba cenando un gallo y una gallina. Incrédulo ante el relato del peregrino revivido aseguró: “Esta historia que me contáis es tan cierta como que estos dos gallos muertos se levanten delante de mí y cacareen”. Los animales se levantaron y cacarearon, de modo que el juez ordenó que el joven vivo fuera descolgado.
Boorde se muestra incrédulo ante la posibilidad de que tal milagro pudiera haber sido verdad. Pero, aún más, este escéptico inglés rechaza de manera contundente el hecho de que los restos del apóstol Santiago se encuentren en Compostela: “Estuve en muchos lugares de este mundo para conocer la verdad de muchas cosas, y te aseguro que en Compostela de España no está ni un cabello ni un hueso de Santiago”. Se basa en las palabras de un viejo doctor en teología que lo confiesa en la catedral y le dice que allí no se encuentran los restos del apóstol de Santiago, pues Santiago el Mayor y Santiago el Menor, San Bartolomé y San Felipe, los santos Simón y Judas, San Bernardo y San Jorge, con otros muchos santos, fueron llevados por Carlomagno a Toulouse, el cual se proponía tener a su disposición los cuerpos y restos mortales de todos los apóstoles, para juntarlos de nuevo en un lugar en la iglesia de San Saturnino, en esta ciudad del Languedoc.
La segunda peregrinación de Boorde la realizó años después acompañando a unos jóvenes a los que previamente había intentado desalentar de su propósito de llegar a Santiago, ya que allí no se encontraban los restos de Apóstol. Por lo que respecta a la dureza y dificultades del itinerario, asegura que prefiere “ir cinco veces a Roma desde Inglaterra que una a Compostela. Por mar no cuesta trabajo: pero por tierra es el viaje más penoso que puede hacer un inglés”. [XIV]