Camino de peregrinación jacobea que parte de Alicante (Valencia) y culmina Benavente (Zamora) en la Vía de la Plata. Discurre a través de las comunidades autónomas de Valencia, Murcia, Castilla la Mancha, Madrid, Castilla y León y Galicia. Tiene una longitud total aproximada de 732 km. Gran parte de su trazado coincide con el del Camino de Levante, especialmente entre las provincias de Albacete y Valladolid.
Aunque no se tiene certeza de la fecha en la que comenzaron las traslaciones por esta ruta, sí hay indicios de que a partir del siglo XIII ciertos caminantes comenzaban su andadura en la Iglesia de Santa María de Alicante después de recibir la bendición.
La recuperación de este itinerario fue realizada en el año 1994 a raíz de un estudio realizado por Manuel Aliaga Martínez y Francisco Serra Escolano en base a un texto de Pero Juan Villuga del año 1546: Reportorio de todos los caminos de España hasta agora nunca visto en el qual allaran qualquier viaje que quieran andar muy provechoso para todos los caminantes. Compuesto por Pero Juan Villuga valenciano. Año de MDXLVI. Con privilegio Imperial.
El itinerario que se expone en esta obra coincide con el del Mapa de los Caminos de Santiago del año 2009, publicado por la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago. Su trazado recorre todo el centro peninsular con sentido sureste-noroeste. En la provincia de Albacete se funde con el Camino de Levante, que recoge anteriormente a los peregrinos del camino del Azahar, procedentes de la región de Murcia. De aquí en adelante estos itinerarios son muy similares, paralelos e incluso solapándose a lo largo de varios kilómetros.
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Alicante instaló en la basílica de Santa María una vieira de mármol de un metro de diámetro marcando el km 0 de este camino. En la fachada barroca de este templo se puede ver las imágenes de la Virgen, San Andrés y Santiago.
En un primer momento discurre por localidades valencianas, entre las que se encuentran Orito, Monforte de Cid y Petrer. Hace después un recorrido breve por Murcia, siendo solo destacable la localidad de Yecla, donde se asentó un hospital de peregrinos llamado de la Caridad. En adelante, entra en Castilla la Mancha, donde se encuentra por primera vez con el Camino de Levante entre las poblaciones de Pétrola y Albacete. A partir de entonces el perfil de estos caminos serpentea juntándose y separándose mientras cruza las comunidades de Castilla la Mancha, Madrid y buena parte de la de Castilla y León.
El tradicional Camino del Sureste no habría pasado por Ávila según el itinerario de Villuga, sino por pequeñas localidades de la provincia. Sin embargo, el actual trazado entra en esta ciudad. En un libro de Carmen Pugliese, donde se hace referencia a los peregrinos que llegan a Santiago desde Ávila, refiere que entre 1835 y 1905 hubo 40. Aquí convergen de nuevo estos dos caminos y discurren juntos a través de las infinitas llanuras castellanas a lo largo de, por lo menos, 85 km hasta llegar a Medina del Campo. Entre las localidades más emblemáticas de este tramo se encuentran Gotarrendura y Arévalo.
A la salida de Medina del Campo, se continúa en dirección al norte hacia Benavente, donde de pueden tomar dos rutas distintas que llevan a Compostela: una de ellas sigue el Camino del Sudeste y otra, con sentido norte, llega a Astorga para conectar con el Camino Francés. En la actualidad son muchos los peregrinos que optan por el Camino del Sudeste.
A través del Camino del Sureste es posible seguir la huella de significativos ejemplos de cultura jacobea. Una de las primeras se encuentra en las proximidades de la ciudad de Alicante, en Orito, donde se yergue una cruz colocada por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Alicante y el Ayuntamiento de Monforte del Cid. Tiene un diseño híbrido basado en una combinación de varias cruces jacobeas (Santiago, Latina, Roncesvalles).
También las leyendas salpican el camino. Así, en el trayecto entre Petrer y Sax -provincia de Alicante- se divisan las sierras del Caballo y del Cid, donde según cuenta la leyenda, el Cid Campeador realizaba sus correrías y se le apareció el Apóstol Santiago ayudándole a derrotar a los moros.
A nivel arquitectónico, destaca la iglesia arciprestal de Santiago en Villena. Es considerada uno de los conjuntos gótico-renacentistas más importantes del país y fue declarada Monumento Histórico-Artístico en el año 1931. Su construcción comenzó a fines del siglo XV y principios del XVI al amparo del ilustre villenense Sancho de Medina, sobre una iglesia anterior del siglo XIV. Su planta es rectangular, con ábside poligonal de cinco frentes, girola y contrafuertes internos que cobijan las capillas. De crucería flamígera y arcos ojivales, su tema fundamental son las columnas heliáceas de arista viva, rematadas por capiteles labrados con decoración floral, zoomorfa y heráldica.
También emblemático es el paso por El Toboso, donde vivía Dulcinea, la amada de don Quijote. En relación con esta obra, alberga el Museo de Cervantes y conserva la casa (s. XVI) de la muchacha a quien se identifica como Dulcinea, doña Ana Martínez de Zarco y Morales. Pero además este lugar es relevante por su relación con el mundo jacobeo desde sus orígenes, ya que fue fundado en 1250 por Pelayo Pérez Correa, Maestre de la Orden de Santiago. Tuvo un hospital para la acogida de transeúntes y menesterosos, cuyo edificio aún se conserva. En su iglesia de San Antonio Abad alberga en su retablo una imagen de Santiago matamoros y cruces de Santiago grabadas en la fachada, de estilo ojival del siglo XV con añadidos del XVII.
En Benavente también se encuentran huellas que traen reminiscencias jacobeas, como ocurre con en pórtico de la Iglesia de San Juan del Mercado (s. XII), inspirado en el Pórtico de la Gloria de Santiago, y con el hospital de la Piedad, fundado en el siglo XVI como hospedería de peregrinos.
Por lo que respecta a los centros asistenciales al caminante, numerosas localidades de este recorrido contaban con hospitales en los que ocuparse de este menester. Algunas de ellas son Quismondo, Escalona, Alija del Infantado -en el ramal que conecta con Astorga- o Mota del Marqués, donde los frailes de la Encomienda de Santa María de los Castellanos estaban obligados a ayudar y albergar a los peregrinos que iban a Santiago.
Aunque no relacionados de manera directa con el camino jacobeo, en este itinerario se levantan hermosos templos catedralicios de visita recomendada. Además del de Alicante, se suceden por orden de aparición las catedrales de Albacete, Toledo y Ávila. En Albacete, el templo de San Juan Bautista se convirtió en catedral en 1949. Cuenta la tradición que en el siglo VIII un devoto temeroso de su profanación por los árabes, enterró la imagen hasta su casual hallazgo por un labrador varios siglos después. Según otra leyenda fue el mismo Santiago quien ocultó la imagen de la Virgen ante la terquedad de los paganos que habitaban la ciudad.
Por lo que respecta a los lugares de acogida, hay 35 a lo largo del trazado, y dos albergues de donativo para peregrinos emplazados en las localidades de Novelda y León. [XIV]
V. Alicante / Ávila / Azahar, Camino del / Toledo