Ruta de peregrinación jacobea que enlaza diversas ciudades andaluzas con la Vía de la Plata -también conocida como Camino Mozárabe, de ahí su denominación como Mozárabe Andaluz- constituyendo un itinerario hacia Santiago que ya funcionaba como tal desde el siglo VIII, cuando hay constancia de la existencia de peregrinos pertenecientes a las comunidades mozárabes que aquí habitaban. Toledo, Sevilla, Málaga, Córdoba y Granada son puntos de origen de diversas Rutas, siendo la de Granada la más destacada, con sus 420 kilómetros de recorrido, y la que parte de Málaga, su principal variante. Esta alternativa se une al trazado principal a 140 kilómetros de su origen, en Baena.
El origen de este Camino es incierto, al ser una Ruta que los habitantes de la zona usaban desde tiempos inmemoriales para desplazarse, por ofrecer sombra, agua y facilidades. Más tarde los romanos utilizaron muchas de estas Rutas para trazar calzadas que enlazaban puntos relevantes, y una de ellas unía Iliberis con Corduba e Hispalis. A finales del año 997, las tropas de Almanzor siguieron este itinerario para llegar a Santiago y regresar, con las campanas de la catedral, hasta Córdoba. Siglos más tarde, en 1236, el rey Fernando III conquista Córdoba y las devuelve a su origen por el mismo camino, que ya había quedado documentado por escrito unos años antes gracias al geógrafo Al-Idrisi.
Los mozárabes eran cristianos que vivían bajo el dominio musulmán y mantuvieron sus creencias en privado durante generaciones. La necesidad de confirmar su fe llevó a muchos de ellos a peregrinar a Santiago aprovechando las calzadas y caminos que unían sus ciudades con la Vía de la Plata en Mérida. Otros peregrinaban hacia los Reinos de Castilla y Aragón para huir del territorio árabe tras la batalla de las Navas de Tolosa (1212). En la Edad Media, musulmanes y cristianos tuvieron que acondicionar la red viaria romana y defender la seguridad de los caminos, por lo que se levantaron fortalezas y atalayas como la de Moclín.
Cuando la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Córdoba se propuso determinar por dónde discurriría la Ruta, adoptaron un criterio histórico -proseguir el recorrido de los caminos medievales herederos de las calzadas romanas y posteriormente musulmanas- y un criterio práctico, ya que el trazado íntegro de la calzada se ha visto afectado por la construcción de carreteras, vías férreas, un embalse, una central térmica, urbanizaciones, etc. El resultado es un Camino que refleja con gran fidelidad las rutas históricas medievales evitando carreteras y buscando aquellos parajes que permiten sentir el verdadero espíritu de la Ruta Jacobea.
Existen dos puntos de partida principales en el Camino Mozárabe. Uno sale de Granada y recorre alrededor de 420 kilómetros atravesando las tierras de Alcalá la Real, Baena y Córdoba hasta llegar a Mérida. Otro parte de Málaga atravesando la provincia de sur a norte en dirección a Córdoba. En total, son quince tramos que suman un recorrido de más de 200 kilómetros, pasando por zonas tan variopintas como los montes de Almogía, la Vega de Antequera o la Subbética cordobesa, alternando trazados de alta montaña y fértiles llanuras. Sin embargo el trazado exclusivamente malagueño no llega hasta la capital cordobesa, ya que 60 kilómetros antes, en Baena, se une al Camino de Granada, siguiendo una única ruta hasta Mérida.
El Camino de Granada parte de la capital de la provincia y pasa por Pinos Puente y Moclín. Ya en la provincia de Córdoba transcurre por Alcalá la Real, Alcaudete y Baena -donde se une al vial que viene de Málaga- continuando una única ruta por Castro del Río, Córdoba, Cerro Muriano, El Vacar, Alcaracejos e Hinojosa del Duque. Y finalmente se adentra en Badajoz por Monterrubio de la Serena, Castuera, Campanario, Don Benito y Medellín, hasta llegar a su destino final, Mérida.
En la capital extremeña, el Camino Mozárabe enlaza con la famosa Vía de la Plata, que en la localidad zamorana de Granja de Moreruela entronca con el Camino del Sudeste, Meridional o Sanabrés hasta Compostela. Ofrece, además, la posibilidad de enlazar con el Camino Francés en Astorga -punto final de la Vía de la Plata- y con el Camino Mozárabe Portugués desde la ciudad de Zamora.
El punto de partida en Málaga es la iglesia de Santiago, desde la cual se sale a la Puerta Nueva para tomar lo que era el antiguo Camino de Antequera que lleva al Puerto de la Torre y a Almogía. Comienzan entonces algunos de los tramos más duros pero hermosos de este itinerario, que llevan hasta Villanueva de la Concepción y Antequera, donde se encuentra otra iglesia de Santiago. Desde aquí la Ruta continúa hasta Cuevas Bajas, donde se abandona el territorio malagueño para adentrarse en la Subbética atravesando para ello el río Genil, que hace de frontera natural entre las provincias malagueña y cordobesa. En esta última se hallan las localidades de Encinas Reales, Doña Mencía y Baena, donde el Camino de Málaga se une al de Granada.
El punto de partida granadino es el Real Monasterio de la Madre de Dios de las Comendadoras de Santiago, congregación ligada a la orden militar homónima. Construido sobre los terrenos en un principio destinados a la catedral Metropolitana, su fundación data de 1501. La calle Comendadoras de Santiago deja constancia de la tradición jacobea de esta ciudad, que contó con varios hospitales de peregrinos, uno fundado en 1501 por Juan Muñoz de Salazar, contador mayor de los Reyes Católicos. A partir de aquí, el Camino pasa por pequeñas localidades hasta llegar a Moclín, situada a más de 1.000 metros a los pies de la sierra del Marqués para proteger el camino que conducía a la Vega de Granada. En sus alrededores existen más de 30 yacimientos arqueológicos entre los que destacan el castillo y las atalayas que a partir del siglo X fueron punto estratégico tanto para cristianos como para musulmanes, que ocuparon estos dominios sucesivamente. La construcción de la ermita de la Encarnación, la Casa del Pósito y el pilar de Fuente Vieja cambió el aspecto urbano de este enclave que hoy refleja lo que fue el último bastión del Reino Nazarí en el siglo XV.
Desde Moclín el Camino Mozárabe Andaluz pasa por Ermita Nueva, una pequeña aldea en las faldas del Cerro del Camello cuya caprichosa forma lo convirtió en objeto de culto, como lo atestiguan las romerías que realizaban los habitantes de la aldea a la virgen del Camello. Alcalá la Real es un lugar estratégico para los peregrinos por el paso de las calzadas romanas todavía presentes, así como en el puente del Guadalcotón. El Rey Alfonso XI fundó la iglesia Mayor Abacial y el Palacio Abacial, dándole el nombre de Real y concediéndole el fuero de Jaén. El trayecto sigue por Alcaudete, Camino Real que unía Granada con Córdoba y donde muchos siglos antes los romanos habían dejado la importante calzada que lleva al puente del Portón, y cuyo destino era, y sigue siendo, la Vía de la Plata. Su fortaleza fue un importante bastión en las luchas civiles musulmanas hasta que dos años antes de la conquista de Sevilla en 1246, Alcaudete fue entregada a los caballeros de la Orden de Calatrava para su defensa. Destaca también en esta localidad la iglesia de Santa María.
A continuación está Baena, donde se unen los caminos de Málaga y Granada para continuar en dirección a Córdoba. En esta población existía en el año 1555 un hospital, el de la Caridad, que daba albergue a peregrinos y transeúntes, situado junto a la ermita de la virgen de la Estrella, donde un lienzo representa a Jesús crucificado, el Santo Cristo de Santiago de la Palma del Valle de Tembleque, pintado por dos peregrinos desconocidos en 1668. Destacan también los templos renacentistas de Santa María la Mayor y el convento de las Dominicas. Entre fértiles huertos aparece Castro del Río, donde se alzan las murallas primero romanas y después musulmanas que indican la excelente posición estratégica de la ciudad que cuenta con tres templos destacados: el de la Asunción, el de la Madre de Dios y el de Jesús Nazareno.
En las faldas de Sierra Morena se levanta Córdoba, a la que se accede descendiendo hacia el río Guadalquivir para cruzarlo por el puente romano y llegar a la Mezquita, joya del arte musulmán. Por algunos de sus barrios más típicos, como San Francisco y San Pedro se llega a la parroquia del apóstol Santiago, donde el cura párroco tiene habilitado un libro de registro de peregrinos además de sellar la credencial. También se puede hacer pocos kilómetros después en Cerro Muriano, desde donde se seguirá la Cañada Real Soriana pasando por El Vacar -con su castillo de época musulmana vigilando los caminos- hasta Villaharta y Alcaracejos, que se atraviesa por la calle Iglesia. Tras pasar varias cruces de granito en el Camino y la ermita de la Virgen de Guía, se llega a Hinojosa del Duque, la población de mayor entidad de la zona en cuya entrada se asienta la fuente del Pilar de los Llanos (s. XVI) y la iglesia de San Juan Bautista, conocida como la catedral de la Sierra.
El río Zújar divide las provincias de Córdoba y Badajoz. A la salida del puente se alza la ermita de la Virgen de las Alcantarillas, patrona de Belalcázar, aún en Córdoba. Unos kilómetros después, ya en Extremadura, está Monterrubio de la Serena, con su iglesia de Nuestra Señora de la Consolación, y a continuación Castuera, en cuya fachada de la parroquia de Santa María Magdalena (s. XVIII) se encuentra el escudo de la Orden de Alcántara. También destacan las ermitas del Santo (s. XVI) y de San Benito (s. XVII) con retablos barrocos. Celebra sus fiestas el 25 de julio, en honor a Santiago y junto al ayuntamiento el peregrino puede encontrar toda la información precisa y sellar la credencial.
En Campanario es de resaltar su iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XV, mientras que en Magacela sobresalen las ruinas de su castillo árabe, asentado sobre un castro romano y en cuyo interior se levanta la iglesia de Santa Ana. Aquí, la Orden de Alcántara estableció su Casa Prioral antes de su traslado a Villanueva de la Serena. Este pueblo es un buen lugar de avituallamiento para el peregrino antes de seguir hacia La Haba, donde la Orden de Santiago recibió tierras tras la Reconquista y donde se puede sellar la credencial. A continuación se encuentra Don Benito, probablemente una de las poblaciones más jacobeas de este Camino. Su topónimo proviene de su fundador y benefactor en el siglo XV y además de la parroquia de Santiago Apóstol de principios del XVI, tiene múltiples conventos, capillas, templos y ermitas, como la de las Cruces -construida tras la aparición de la Virgen a un pastor- o la virgen de Guadalupe, perteneciente al desaparecido hospital de San Andrés.
Tras Don Benito llega Medellín, pueblo natal de Hernán Cortés cuyo castillo medieval guarda el paso del valle del Guadiana. Llama la atención que las dos iglesias más interesantes -ambas del siglo XIII- estén dedicadas a Santiago y a San Martín, ambos ligados indefectiblemente a la Ruta Jacobea. El Camino prosigue por la Cañada Real Leonesa hasta Mérida, hoy centro administrativo de la región y en época romana capital de la Lusitania, por donde pasaba la calzada Iter ab Emerita Asturicam, llamada posteriormente Vía de la Plata y Camino de peregrinación por excelencia desde el sur de España hasta Compostela.
El Camino Mozárabe ha sufrido una importante transformación en los últimos años gracias al impulso que le han dado diversas asociaciones andaluzas y al empeño que están poniendo a la hora de desarrollar actividades de recuperación. De hecho, todo el recorrido está señalizado y dispone de infraestructuras para la peregrinación.
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Granada comenzó la recuperación de la Ruta Mozárabe en 1994, quedando señalizada en el año 1999. Durante ese tiempo buscaron y señalizaron las antiguas vías, dando forma a un itinerario alternativo de caminos con poco tráfico rodado en aquellos tramos en los que se hace obligatorio caminar por la carretera. Fueron los primeros en realizar este recorrido a pie en 1994 y son los responsables de los azulejos y flechas pintadas por toda la ciudad que marcan el recorrido desde el punto de partida, el Real Monasterio de la Madre de Dios, en donde una baldosa alienta al peregrino en el inicio de su viaje.
La Asociación de Córdoba ha recuperado el Camino hasta Mérida, donde entronca con la Vía de la Plata. Los trabajos de señalización y mantenimiento del Camino desde Alcaudete, en el límite de la provincia de Córdoba con la de Jaén, hasta Mérida, en la provincia de Badajoz, comenzaron el 13 de diciembre de 1998 y se desarrollaron a lo largo de 300 kilómetros. En el tramo de Málaga a Baena hay que destacar la labor realizada por la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Málaga, que en el año 2002 recuperó esta Ruta señalizada desde 2004. Ya en Badajoz, a la salida de Monterrubio de la Serena, hay un panel de señalización del Camino Mozárabe como SL-BA-83, colocado por la Mancomunidad de La Serena.
La dotación de albergues en esta Ruta todavía no es muy extensa, pero cada año aumenta el número de lugares que dan acogida al peregrino. En 2009 la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago contabilizaba más de 20 instalaciones para pasar la noche a lo largo de los 560 kilómetros que componen la Ruta Mozárabe andaluza. [TRI]
V. Mozárabe, Camino / Portugués, Camino Mozárabe / Plata, Vía de la