XacopediaSantiago de Padrón, iglesia de.

Situada en la villa de Padrón, en la provincia de A Coruña, en el Camino Portugués, este templo se construyó a escasos metros del punto en el que la tradición sitúa el lugar donde los discípulos de Santiago amarraron al Pedrón la barca de piedra, en la orilla del río Sar. En ella trasportaron el cuerpo del Apóstol desde Palestina hasta Padrón. Es la llamada translatio.

En el mismo emplazamiento hubo una sucesión de iglesias y reformas, hasta llegar a la actual edificación, que data de mediados del siglo XIX. La primera fue construida en el siglo X. De la relevancia y fuerte simbología jacobea de este templo padronés habla el hecho de que en él se celebra, al igual que en la catedral compostelana, la ceremonia de la traslación cada 30 de diciembre. Hay referencias documentales desde 1588. La celebración se interrumpió en 1927 y se recuperó en 2008.

El primer templo del que se tiene constancia sería construido por el obispo Gudesindo en una fecha anterior al año 924. Atendiendo a su localización y orientación, con el frontis occidental mirando hacia el río Sar, se puede deducir que el acceso al primitivo templo de Santiago de Padrón se hacía por el lado sur, el que mira al paseo del Espolón. Era una solución habitual, utilizada en los templos del siglo X, para evitar las perspectivas amplias.

En el siglo XII, Iria Flavia había perdido relevancia a causa del traslado de la sede episcopal a Compostela en 1095. Al contrario, Padrón comenzaba a tener entidad. Se había convertido en el puerto de Santiago. Este privilegio durará hasta el siglo XIV, centuria en la que tomarán el relevo los muelles de la villa de Noia.

Como informa la Historia Compostelana el templo padronés tenía una especial significación dentro de la tradición jacobea. En 1100 la llegada de Diego Gelmírez al obispado compostelano hace que el viejo edificio prerrománico se beneficie del programa edilicio puesto en práctica por este prelado.

La obra anteriormente citada describe la iglesia padronesa como “muy pobre” y pequeña situada en las orillas del río Sar, donde el glorioso cuerpo del apóstol había sido depositado al salir de la nave.

También hace referencia a la tipología del nuevo templo levantado hacia 1133: “La planta de la iglesia fuese distribuida en tres ábsides. Pues con efecto de santa devoción ordenó que allí fueran construidos y honrosamente consagrados tres altares el del medio en honor del gloriosísimo Santiago Apóstol”. El historiador Francisco Singul concluye que la planta de esta nueva construcción estaría formada por tres ábsides y tres naves, asumiendo la del edificio preexistente, de tiempos de Rudesindo. Al lado se levantó un palacio episcopal, donde el prelado se retiraba a pasar temporadas.

Sus dimensiones demuestran la categoría que se le concedió. Solo basta comprobar que la mayoría de las iglesias parroquiales y monásticas de Santiago y alrededores, promovidas por Gelmírez y algunos miembros del alto clero compostelano de su tiempo, eran de nave única.

A partir del Año Santo de 1456 se acometieron en la iglesia de Padrón decisivas reformas siguiendo las instrucciones del obispo Rodrigo de Luna (1449-1460). Además se añaden al conjunto dos torres y un nuevo hospital de peregrinos. Las intervenciones más destacadas afectaron al cuerpo de la iglesia, que fue rehecho en su totalidad. Se construyeron de nuevo los dos ábsides laterales, no así la capilla central y se conservó la románica. El epígrafe fundacional de la iglesia de Gelmírez aparecía encastrado en el interior del muro sur, como ocurre en la iglesia actual. El edificio mantiene estructura basilical de tres naves, cubierta por armadura de madera. En 1852 visitaron el templo padronés -aún se mantenía en pie la estructura gótica-, María Luisa Fernández de Borbón, infanta de España y hermana de la reina Isabel II y su esposo Felipe Luis de Orleáns, duque de Montpessier, acompañados por sus hijas. La litografía realizada por el compostelano J. Rey Romero de aquel acontecimiento resulta de gran ayuda para conocer su interior.

En 1858 el templo presentaba un lamentable estado. Llevaba cuatro años cerrado. Inmediatamente después de la demolición de los restos de la edificación gótica, comenzó a construirse la nueva iglesia, en 1859. Bajo la dirección del arquitecto compostelano Manuel Prado y Vallo, las obras fueron ejecutadas por el maestro local José Piqué. Contó con un presupuesto de 345.012 reales, la mayor parte sufragado por el gobierno de Isabel II. Los trabajos finalizaron en 1867.

Su estilo responde a los postulados neoclásicos. Se levantó del suelo para evitar las frecuentes inundaciones producidas por el desbordamiento del río Sar. Conserva un artístico púlpito tardogótico que fue recuperado. Está decorado con el escudo de los Fonseca y una imagen de Santiago peregrino. El templo cambió de orientación. La cabecera en el nuevo edificio esta junto al río, mirando al oeste, mientras que la fachada principal se orienta al este. En los templos precedentes la disposición era exactamente la contraria. Pegado al muro norte se levantó a finales del siglo pasado un edificio de dudosa arquitectura, que afea el entorno.

En 1458 el arzobispo Rodrigo de Luna manda levantar un hospital de peregrinos inmediato de la iglesia de Santiago. El historiador García Oro opina que fue atendiendo un consejo de fray Juan de Vigo, monje del convento de Herbón. Sustituía a otro anterior cuyas instalaciones se habían quedado pequeñas. Según el historiador López Ferreiro, el edificio nuevo estaba bien dotado y poseía un altar para que los peregrinos pudiesen oír misa.

El hospital aparece referenciado en varios relatos. En el siglo XVII nos hablan de su existencia el canónigo cardenal Jerónimo del Hoyo y Lorenzo Magalotti, que redactó la crónica del viaje a Santiago del gran duque de la Toscana, Cosme de Medicis. El primero lo conoce en 1606 y dice que “junto a esta iglesia hay un hospital para peregrinos y otros pobres, está muy bien proveído de ropa y se agasaja en el con mucha caridad a los menesterosos”. El italiano, que llegó a Padrón el 3 de marzo de 1669, escribe: “Hay una iglesia dedicada a Santiago llamada el hospital o Cementerio del Hospital.”

En 1743 el napolitano Nicola Albani se hospeda en él cuando va de viaje a Lisboa: “De manera que en la mañana del 12 de diciembre salí de la ciudad santa de Compostela, llegando por la noche a la villa que llaman Padrón, donde fui a pasar la noche al santo hospital, donde estuve muy cómodamente.”

En el año 1801 aún continuaba prestando servicio. Lo confirma una queja al Ayuntamiento efectuada por el procurador síndico general Joaquín Fozinos de Vendaña: “En cumplimiento de mi obligación no puedo ni debo mirar con indiferencia el abuso con que se conduce el sugeto a cuio cargo está el Hospital de esta Villa pues quando su verdadera función es para albergar por una noche a los justificados peregrinos que transeuntes pasan de romería al Apóstol Santiago, se experimenta lo berefica Yndeferentemente dando posada a quanto vagabundo y amancebado se le presenta acaso por la utilidad que reporta.” También hace referencia a su estado: “Tampoco debo despreciar el abandono que se nota en lo material del edificio resultando precisamente de la falta de administración que atendiendo a sus reparos y cobranza de rentas.”

En la actualidad no queda rastro del viejo edificio. Eloy Rodríguez Carbia sitúa su posible emplazamiento al norte de la iglesia y en paralelo a esta, dejando un espacio intermedio que estaría ocupado por el cementerio. En su hipotética localización se levantaron en 1934 unas escuelas públicas que han sido reconvertidas en oficinas municipales.

El Pedrón, sin duda el gran símbolo jacobeo de la iglesia de Santiago de Padrón, se encuentra bajo el altar mayor. Se trata de un ara romana dedicada a Neptuno, dios de las aguas. El cristianismo lo reinterpreta como el elemento portuario. La leyenda asegura que a él se amarró el barco que trajo a Padrón los restos del Apóstol.

En el siglo XVIII en la iglesia de Padrón se realizaba el mismo rito piadoso que en la catedral compostelana, abrazando los peregrinos una imagen sedente de Santiago peregrino, probablemente de estilo gótico, hoy desaparecida. Fe de ello dan las palabras de Jerónimo del Hoyo: “En el altar mayor está la imagen del santo con una escalera por detrás, por donde suben y abraçan la dicha imagen los peregrinos y romeros y otras muchas personas.” Esta costumbre se ha perdido hace mucho tempo, pero es una evidencia más del protagonismo, hoy en parte perdido, que alcanzó Padrón como parte esencial de la tradición jacobea.

En la iglesia también se conserva un pequeño relicario que contiene una diminuta pieza que parece ser un hueso. Al lado aparecen las letras S.JAC.M.AP (Santiago nuestro Apóstol). Pudo llegar a Padrón, desde Compostela. El traslado posiblemente se efectuó cuando se creo la nueva parroquia de Santiago, en 1877. El motivo viene determinado por la existencia en el frontis de la iglesia de una inscripción: “Hic fuit Corpus B.Iacobi Apostoli”.

Los visitantes que llegan a la iglesia también pueden observar dos lienzos. Uno representa al apóstol Santiago cuando se le aparece la Virgen, y el otro trata el tema de la translatio. No están datados. [MG]

V. Pedrón


¿QUIERES DEJAR UN COMENTARIO?


**Recuerda que los comentarios están pendientes de moderación