XacopediaVadiniense, Ruta

Vía de peregrinación jacobea de gran tradición histórica que transita de forma transversal entre el Camino del Norte y el Camino Francés a lo largo de 134 km. El nombre es un homenaje a las gentes vadinienses que habitaban la zona en época prerromana y especialmente del siglo I al V de nuestra era. El trayecto comienza en la localidad portuaria de San Vicente de la Barquera, en Cantabria -a 463 km de Santiago- y pasa por Cades, Cabañes, Santo Toribio de Liébana y Baro para entrar en la provincia de León, donde cruza Villafrea de la Reina, Riaño y Cistierna hasta Mansilla de las Mulas, a 327 km de Santiago. El recorrido, también conocido como la ruta jacobea por Liébana, se caracteriza por atravesar la cordillera cantábrica por los Picos de Europa.

Con apenas media docena de lugares de acogida (2009) no es de extrañar que el tránsito de peregrinos sea más difícil, aunque el estudio y actualización que se está haciendo de la ruta ha contribuido a cambiar la tendencia y cada vez son más los peregrinos que se atraven a hacerla.

La génesis de la Ruta Vadiniense se remonta al siglo XII, cuando los peregrinos se desviaban por estos parajes buscando caminos más seguros y aprovechaban para acercase a la iglesia mozárabe de Santa María de Lebeña, la románica de Santa María de Piasca, la antigua fundación de San Martín y, por supuesto, Santo Toribio de Liébana, donde veneraban las reliquias del lignum crucis. La comarca de Liébana perteneció hasta hace dos siglos a la zona de León, aunque actualmente forma parte del suroeste de Cantabria, y tiene como centro administrativo la villa de Potes y como religioso el monasterio de Santo Toribio.

En la zona de Liébana existe una bifurcación que lleva por dos caminos distintos. El más destacado es el que va desde Potes, villa declarada en 1983 Conjunto Histórico, hasta la localidad de Fuente Dé, dejando a la derecha los Picos de Europa. A la salida de Potes se indica el desvío hacia Santo Toribio. Desde este monasterio se puede seguir por la ermita de San Miguel y Fuente Dé o tomar la carretera por Turieno, Argüebanes y Congarna. Más adelante se encuentran otras pequeñas poblaciones hasta Fuente Dé, donde comienza el tramo de la Ruta Vadiniense-Picos de Europa que lleva a la provincia de León.

Se atraviesan diversas localidades en cuyo topónimo destaca la denominación “De la Reina”: Llánaves, Portilla, Barniedo, Los Espejos y Villafrea, hasta Riaño. Desde aquí se llega a Remolina, donde el camino prosigue por una calzada romana de 12 km que atraviesa Crémenes, Argovejo, Villayandre y Valdoré, y que se puede prolongar hasta Cistierna, donde la ruta se divide en dos. La primera recorre 23 km por el lado derecho del río Elsa pasando por Pesquera, Santibáñez de Rueda, Carvajal de Rueda, Villacidayo y Villanofar, hasta Gradefes. La otra va por la parte izquierda por Villapadierna, Palacios de Rueda, Quintanilla de Rueda, Vega de Monasterio, Cubillos de Rueda, San Cipriano de Rueda y Sahechones, para unirse a la anterior en Gradefes. Es un tramo menos transitado, pero con más servicios. Desde Gradefes apenas quedan 21 km para llegar a Mansilla de las Mulas en el Camino Francés; este trayecto, conocido como la ruta de los monasterios, es uno de los más destacados de este itinerario.

A través de la Ruta Vadiniense es posible seguir la huella de significativos ejemplos de cultura jacobea. En Potes está ubicado el antiguo convento dominico de San Raimundo, que data de los siglos XVII-XVIII. Fue en la Edad Media dispensario de peregrinos y hoy en día es una turística estación de servicios. A la salida de la localidad hay una figura en bronce de un peregrino que lleva en el pecho la cruz y la concha jacobeas. Ya en Mieses, existió el hospital de San Lázaro, que se caracterizó por acoger a todos los romeros con enfermedades contagiosas. A unos pocos kilómetros está el monumento más importante de la ruta: el monasterio de Santo Toribio de Liébana (s. VIII), que alberga un resto del lignum crucis. Esto ha convertido a La Liébana en un gran centro de peregrinación y explica la presencia de peregrinos que, tras venerar las reliquias, siguen hacia Compostela atravesando el valle del río Deba.

Más adelante se encuentran Tanarrio, donde estuvieron escondidas las reliquias de San Facundo y San Primitivo; Bárcena, refugio de las huestes enemigas derrotadas por Pelayo, y Cosgaya, lugar de nacimiento de Pelayo, el primer rey de la Reconquista y sede de uno de los monasterios más antiguos de los que se tiene constancia, fundado en el año 796. Tras pasar por otras pequeñas poblaciones se llega a Espinama, cuyo origen está en un monasterio de San Juan del Naranco (s. X) y de ahí a Fuente Dé, donde comienza el tramo de la Ruta Vadiniense-Picos de Europa que lleva a la provincia de León.

Destacan en Portilla de la Reina, primera población de la provincia de León, la iglesia de Santo Tomás, donde se conservan imágenes de San Roque y San Martín, y la capilla de la Virgen Peregrina, donde se muestra la devoción de los peregrinos tras cruzar la cordillera cantábrica.

En Villafrea de la Reina, además de la ermita de San Roque, hay una iglesia dedicada a San Cipriano que conserva una imagen de Santiago matamoros. Nada queda de la antigua población de Riaño anegada en 1990, donde hubo una iglesia de Santiago con su correspondiente hospital de peregrinos. Pasando el puente nuevo se avanza por el lado izquierdo del pantano hasta Remolina, donde de nuevo se levantan dos ermitas dedicadas a San Roque y San Jorge, santos protectores del camino junto con San Martín, titular de la iglesia de la vecina localidad de Las Salas.

En Cremedes el monasterio de San Miguel dependió algunos años de los canónigos de Santiago de Compos-tela, pasando más tarde a ser administrado por el monasterio benedictino de Benevívere. Un poco antes de Cistierna está Fuentes de Peñaco-rada, donde una imagen de Santiago peregrino vuelve a recordar la devoción al Apóstol, al que procesionan cada año entre dulces y flores. En Cistierna se documenta desde el siglo X la existencia de un monasterio dúplice de hombres y mujeres dedicado a San Facundo, Primitivo y Cipriano. En el siglo XII un clérigo construye la iglesia de Santa María -cuyo edificio aún permanece- y, junto a ella, el hospital “para pobres y míseros peregrinos”. La localidad tiene como patrón a San Guillermo, posible peregrino francés que terminó su viaje como eremita en una cueva del monte de Peñacorada, en una leyenda que recuerda a otras del Camino (Obanos, Fisterra).

Desde Cistierna, por la margen derecha del río, se emplazan los restos del dispensario que se dedicó a atender a los romeros que transitaban por la zona, situado a un lado del puente de Mercadillo. También en Santibáñez de Rueda existió un hospital y albergue para peregrinos dedicado a San Antonio del cual no se conserva nada. En las proximidades, a tan solo 1 km de Carvajal de la Rueda, hay una pequeña ermita que recuerda el lugar donde estuvo la más antigua y grande talla dedicada a la Virgen Peregrina.

El patrimonio que tutela la margen izquierda del río se localiza básicamente en la localidad de Villapadierna. Su parroquia del siglo XVII conserva un cuadro que representa a Santiago matamoros y en el retablo lateral una imagen del Apóstol peregrino. En Sahechones se mantienen los restos de un hospital del que poco se sabe.

Gradefes, donde se unen las dos rutas que parten de Cistierna, se encuentra a apenas 20 km del Camino Francés. Centro administrativo, cuenta con el monasterio de Santa María, fundado como cenobio de monjas bernardas en 1168 y en cuyas instalaciones se ofrece albergue. A partir de aquí comienza la llamada ruta de los monasterios, que atrajo a peregrinos procedentes de diversos caminos. En Cifuentes -aún se aprecian sus restos- existió un albergue dependiente del famoso hospital de puente Villarente, construido en 1539 para facilitar el paso de “peregrinos y caminantes”. En esta localidad, en el cerro del Castillo, se puede ver lo que, según la leyenda, es una marca producida por la herradura de la pata del caballo de Santiago al desprenderse en la batalla contra los ejércitos musulmanes.

En Rueda del Almirante también queda un recuerdo santiaguista en la fuente de las Doncellas de su castillo, mientras que en la iglesia de Villarmún un canículo esquinero se interpreta como la representación de un peregrino, y en la de Villasabariego un retablo barroco presenta la imagen de un Santiago peregrino, que aparece de nuevo en la iglesia de San Miguel de Mansilla Mayor.

Apenas 1 km después está el monasterio cisterciense de Santa María, centro de atención a peregrinos en su albergue situado en la localidad de Villaverde de Sandoval, desde donde sale el antiguo camino jacobeo que discurrre a la vera del río Porma hasta llegar a Puente Villarente, para unirse al actual Camino. Esta localidad, centro comercial y hotelero de la zona, recibe su nombre del puente de origen romano a cuya vera se abrió un albergue fundado por el prior de Triacastela a principios del siglo XVI para acoger a los peregrinos que iban a Santiago.

La última localidad de la Ruta Vadiniense es la pequeña mansio de Mansella, transformada en una metrópoli fortificada desde 1181 y conocida hoy como Mansilla de las Mulas. Parte de sus cuatro puertas y lienzos de sus murallas, así como los albergues y hospitales para los peregrinos que iban a Santiago se conservan dentro de la ciudadela. Por todos estos lugares discurría antiguamente un camino real que entraba en Mansilla de las Mulas por la puerta norte de la muralla -que aún se conserva- y que se unía con el Camino Francés en el puente que existió en la Edad Media.

La Ruta Vadiniense ha incrementado de manera constante el número de peregrinos. Gracias a esta afluencia, el trayecto se ha ido reformando en aspectos arquitectónicos y de servicios durante el último decenio, por lo que se trata de un recorrido de gran interés para todos aquellos que amen la historia, el arte y el mundo jacobeo.

La Asociación de la Ruta Vadiniense-Picos de Europa tiene como finalidad que la riqueza espiritual, histórica, cultural, comercial y turística que genera esta vía, repercuta positivamente en los pueblos por los que pasa. Además, ofrece información a los peregrinos y sella sus credenciales.

Durante siglos quienes elegían esta ruta sufrían los problemas derivados de su mal estado. Además, el hecho de que los Picos de Europa -protegidos medioambientalmente- formaran parte del Camino hacía más difícil la orientación. Por esta razón se vio necesaria una modificación y restauración de la señalización jacobea, la cual se llevo a cabo en el verano del año 2009 desde Fuente Dé hasta Carande. [TRI]


¿QUIERES DEJAR UN COMENTARIO?


**Recuerda que los comentarios están pendientes de moderación